Santiago Felipe Ramón y Cajal (1852 - 1934)
Hijo
de Antonia Cajal y Justo Ramón Casasús, ambos procedentes de Larrés. Su
padre, médico cirujano.
Realiza
estudios primarios en los escolapios de Jaca y bachillerato en el
instituto de Huesca, entre el destierro de Isabel II y la I República.
Muestra vocación por las artes plásticas, en especial por el dibujo.
Travieso y opuesto a memorizar de carrerilla le causan enemistad con los
frailes.
Cursa
medicina en una modesta “Escuela de Medicina” fundada por la Diputación
Provincial y el Ayuntamiento de Zaragoza al amparo del extremado liberalismo
docente implantado por la revolución democrática de 1868, a donde toda su
familia se trasladó en 1870, licenciándose en 1873.
A
los veintiún años es llamado a filas. Los primeros meses en la milicia
transcurrieron en Zaragoza, y al poco se convocaron oposiciones para el Cuerpo
de Sanidad Militar y es destinado como 'médico segundo' (teniente) al
regimiento de Burgos, acuartelado en Lérida, con la misión de defender
los Llanos de Urgel de los ataques de los carlistas.
España
libra con Cuba la guerra de los Diez Años y en 1874 es destinado a Cuba con el
grado de capitán, ya que el paso a ultramar conllevaba el ascenso al
empleo militar inmediato. Su padre le había conseguido, para que tuviera un
destino más favorable, algunas cartas de recomendación, que él rehusó utilizar;
quizá ello influyera en que fuese enviado al peor destino médico posible: la
enfermería de Vistahermosa, en la provincia de Camagüey, en medio de
la manigua pantanosa. Una instalación insuficiente para acoger el gran
número de soldados enfermos de paludismo y disentería. Cae enfermo y, tras
una primera convalecencia en Puerto Principe, fue trasladado a la
enfermería de San Isidro, aún más insalubre que la de Vistahermosa.
Las
experiencias con el sistema administrativo y militar vividas por Ramón y Cajal
en esta estancia ultramarina fueron para él tan amargas como las enfermedades
allí contraídas. Cajal tuvo que enfrentarse al caos administrativo, a la
incapacidad e inmoralidad de ciertos gobernantes y algunos mandos del ejército,
desde el comandante del puesto hasta los cocineros y parte de la oficialidad
del destacamento, que tenían la costumbre de sustraer para sí la comida y
los recursos que faltaban a los enfermos y heridos. Experiencias amargas que lo
llevaron a solicitar la licencia para abandonar Cuba, atendida el 30 de mayo de
1875, llegando a España en junio de 1875 por el puerto de Santander.
El
regreso a España y los cuidados que le prodigaron su madre y sus
hermanas devolvieron progresivamente a Santiago Ramón y Cajal la salud y le permitieron
retomar su carrera académica, camino ya de la docencia (1876) y el doctorado
(1876-1877).
El
año 1875 marca también el inicio de su doctorado y de su vocación
científica. Santiago se compra su primer microscopio antes de ganar,
en 1876, una plaza de ayudante de guardias en el Hospital Nuestra Señora
de Gracia de Zaragoza.
Se
doctoró en junio de 1877, a la edad de veinticinco años, con la tesis Patogenia de la inflamación.
También
en 1877 ingresa en la logia masónica Caballeros de la Noche, perteneciente
al Gran Oriente Lusitano, con el número de miembro 96 y el nombre simbólico
de Averroesí.
En
estos años comenzó para Ramón y Cajal una época de altibajos, con un 1878
terrible, marcado por la enfermedad de la tuberculosis, y un 1879 de
logros, con la obtención de la plaza de Director de Museos Anatómicos de
Zaragoza y su boda el 19 de julio, por amor y contra la opinión de sus padres y
amigos, con Silveria Fañanás García, con la que a lo largo de cincuenta y
un años de tranquila y colaboradora convivencia tendría siete hijos: Santiago,
Felina (Fe), Pabla Vicenta, Jorge, Enriqueta, Pilar y Luis, de los que dos
(Santiago y Enriqueta) fallecieron antes que él.
Ganó
la cátedra de Anatomía Descriptiva de la Facultad de Medicina de Valencia
en 1882, donde pudo estudiar la epidemia de cólera que azotó la
ciudad el año 1885.
En
1887 se trasladó a Barcelona para ocupar la cátedra de Histología.
En 1888, descubre los mecanismos que gobiernan la morfología y los
procesos conectivos de las células nerviosas y en mayo de 1888 publicó en
la Revista Trimestral de Histología
Normal y Patológica su teoría, el esquema estructural del
sistema nervioso como un aglomerado de unidades independientes y definidas pasó
a conocerse con el nombre de doctrina de
la neurona, que fue aceptada en 1889 en el Congreso de la Sociedad
Anatómica Alemana, celebrado en Berlín.
En
1890, Santiago Ramón y Cajal fue nombrado presidente de honor de la Real
Sociedad Fotográfica de Madrid, y en 1912 publicó el libro Fotografía
de los colores, bases científicas y reglas prácticas, advirtiendo sobre el
futuro de la fotografía cromática (en color).
En
1892 ocupó la cátedra de Histología e Histoquímica Normal y Anatomía Patológica
de la Universidad Central de Madrid. Logró que el gobierno creara en
1901 un moderno Laboratorio de Investigaciones Biológicas, en el que
trabajó hasta 1922, año de su jubilación y momento en el que pasó a prolongar
su labor en el Instituto Cajal hasta su muerte.
Entre
1897 y 1904 publicó, en forma de fascículos, su obra magna Histología del sistema nerviosos del hombre
y de los vertebrados.
Gracias
a los detallados exámenes histológicos de Ramón y Cajal se descubrió la hedidura
sináptica, propuso la existencia de las espinas dendríticas; descubrió
también el cono de crecimiento neural; crea excelentes descripciones de
las estructuras neuronales y su conectividad, y descripciones detalladas de los
tipos de células, descubriendo un nuevo tipo de célula, la célula
intersticial de Cajal.
Tras
su regreso del congreso de Berlín le fueron llegando otros tantos
triunfos e invitaciones, desde el Premio Internacional Moscú (concedido
durante el XIII Congreso Internacional de Medicina de París 1900) , hasta
la Medalla Helmholtz (1905), pasando por los nombramientos de doctor
honoris causa de las universidades de Clark, Boston, Sorbona y
Cambridge en 1899.
Entre
sus medallas y premios: Premio Fauvelle (18 de abril de 1896), concedido por la
Société de Biologie de París; Premio Rubio (1897), concedido por la Real
Academia de Madrid por su Manual de Histología, la Gran Cruz
de Alfonso XII (20 de junio de 1900) y la Gran Cruz de Isabel la Católica
(28 de febrero de 1901), el Premio Martínez y Molina (25 de enero de 1902, concedido
junto a su hermano Pedro por el trabajo Centros sensoriales
en el hombre y animales), la Gran Cruz de la Legión de Honor francesa
con el grado de Comendador (1914), la Cruz de la orden imperial alemana «Pour
le mérite» (1915), la Medalla Echegaray, concedida por la Real
Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (7 de mayo de 1922) y
la Medalla Plus Ultra (abril de 1926). Fue nombrado senador
vitalicio en 1908.
Sus
trabajos y aportaciones a la neurociencia fueron reconocidos en 1906 con la concesión
del Premio Nobel en Fisiología o Medicina, galardón que compartió con el
investigador italiano Camilo Golgi.
Tras
el Nobel, Cajal publicó algunas obras biográficas, además de sus Estudios
sobre la degeneración y regeneración del sistema nervioso (Madrid,
1913-1914). Su último artículo científico, una suma de sus ideas, fue ¿Neuronismo
o reticularismo?: Las pruebas objetivas de la unidad anatómica de las células
nerviosas. Había sido encargado por una revista alemana, pero los cuatro
años de retraso en recibir las pruebas de Alemania hicieron temer a Ramón y
Cajal que moriría antes de corregirlo y verlo impreso, como así fue. Sin
esperar la respuesta de los germanos, el científico procedió a aligerar su
texto y publicarlo en España.
En
1926, recién jubilado, fue inaugurado por Alfonso XIII el monumento
a Santiago Ramón y Cajal, obra de Victorio Macho, en el paseo de Venezuela
del parque del Retiro de Madrid.
En
agosto de 1930, el fallecimiento de su mujer por tuberculosis supuso
para él un importante golpe. A pesar de ello, en sus últimos años continuó
trabajando, preparando publicaciones y reediciones, y se consagró a sus
alumnos. Varios de ellos (en especial su discípulo predilecto desde 1905, Jorge
Francisco Tello, que le había sucedido en su cátedra y en la dirección del
Instituto), por expreso deseo del propio Ramón y Cajal lo acompañaron en su
muerte, en 1934, tras el agravamiento de una dolencia intestinal que debilitó
su corazón. Muy poco después se publicaría su autobiografía El mundo visto a los ochenta años.
Calle Ramón y Cajal: Distrito Casco Antiguo - Barrio Sagrario
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