Manuel María Montero Moya (1826 - 1914)




MANUEL MARÍA MONTERO MOYA (Andújar -Jaén-, 26 de diciembre de 1826 - Jaén, 12 de agosto de 1914)
Maestro, poeta y político.

Nace en la calle Tiradores, en la antigua casa de la Compañía de Jesús. Bautizado en la Iglesia Santa Marina. Su padre Manuel Montero Santiago, catedrático de Latín y Humanidades en Andújar y de Retórica y Poética en instituto de Jaén; su madre natural de Martos, Teresa Moya Pretel. Tuvo tres hermanos: Petra, Josefa y Pablo.

Cursa filosofía en el colegio de Nuestra Señora de la Cabeza acabando el bachiller en 1841. Ese mismo año ingresa en el Seminario Conciliar San Felipe Neri de Baeza que abandonará, uno dicen que por motivos de salud y otros por una crisis en sus convicciones religiosas. En 1844 el Ayuntamiento de Andújar lo pensiona en la Escuela Normal de Jaén en la que hizo la carrera de Magisterio Primario, y ya en 1847 es maestro de escuela. Por el mismo año comienza a publicar en El Guadalbullón, dedicada a los versos y temas históricos y costumbristas.

Cincuenta y siete años se dedicó a la enseñanza, desde sus inicios en 1847 en Andújar hasta 1904, pasando por Baeza, Linares y la misma capital en la que comienza en 1869.

En 1850 crea en Andújar El Iliturginato.

Se casa con veintitrés años de edad, en Andújar, el 13 de agosto de 1850, con Eufrasia Garzón Aguado.

En 1853 comienza a trabajar en las escuelas públicas de Baeza. En Baeza nace 2 de sus hijos: Manuel, abogado, y Rosa, que se casa con un maestro. Fernando, el pequeño, telegrafista.  Allí publica un periódico, El Correo de la Loma. Ese año también lo es el de la epidemia de cólera que asola la provincia; en Baeza, ese año, el 63% de los fallecidos lo serán por cólera. Montero Moya se compromete a visitar dos veces al día el hospital, auxiliando y animando.

Desde joven pertenece al grupo La joven España, constituido por jóvenes liberales de Jaén; también forma parte de la escuadra de Gastadores de Baeza y más tarde teniente de la Milicia Nacional en esa misma ciudad. Por estos años viaja a Madrid y colabora en algunas revistas de la capital de España. En 1855 participará en la Corona de Quintana y en 1862 con motivo de la visita de Isabel II a Jaén colaborará en el Romancero, a pesar de su republicanismo.

En enero de 1863 realiza una permuta y se traslada a una escuela de Linares donde impartirá Gramática castellana hasta 1869. En 1868 es redactor de El Eco minero. Mantiene también relación con la cercana población de La Carolina donde su hermano Pablo es maestro. El ferrocarril  llega al norte de Jaén por entonces (1868), a la capital no llegará hasta 1881. En Linares vive los movimientos revolucionarios y la Gloriosa, y desde entonces adquiere fama de revolucionario y de conspirador republicano, entablando relación con Figueras y Salmerón.

En 1869 gana por oposición la dirección de la escuela de párvulos de la capital giennense; ciudad en la que desarrolla una intensa actividad literaria y social: Socio Honorario del Ateneo y de la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Interviene en la política municipal y sigue con sus actividades docentes.

En 1873 obtendrá escaño en el grupo republicano por Alcalá la Real en las Cortes Constituyentes de la I República. Viajará a Madrid en varias ocasiones.

En 1882 vive en la calle Merced Baja y es elegido por el Ayuntamiento de Jaén para representar a los maestros giennenses en un congreso pedagógico que se va a celebrar en Madrid.

En 1885 una nueva epidemia de cólera asola la provincia, participando de nuevo Montero Moya en las actividades de socorro. Participa en la fundación del Casino de Artesanos.

En 1891 será presidente de la Asamblea general del magisterio que se constituye en el salón de sesiones de El Fomento de las Artes de Madrid, y que aprobarán un Proyecto de reforma de la legislación de primera enseñanza. Sus últimos años docentes los pasa así, simultaneando la enseñanza y la participación activa en la problemática del magisterio.

En 1899, tras algunas reuniones, tuvo lugar en el salón de la Real Sociedad Económica la constitución formal de la Asociación de la Prensa Provincial en la noche del 7 de enero, aprobándose al efecto un reglamento que había sido redactado por Emilio Daguerre Vico. Se eligió en la reunión una comisión gestora constituida por Antonio Almendros Aguilar, como Presidente, Antonio Calvo Montalbán, como vice-presidente, Manuel María Montero Moya, censor y Ricardo Allué Moret, secretario.

En 1902 funda la Asociación del Magisterio de Jaén con el fin de apoyar a profesores y maestros en su labor. Finalmente se jubilará en 1904 y recibirá un homenaje al año siguiente. Un año antes, en 1903 se había dado su nombre a la calle Rueda.

Pasó sus últimos años retirado en su casa de la calle Merced Baja hasta que le sobrevino la muerte, a causa de una gastroenteritis el 12 de agosto de 1914.
Ejerció durante muchos años la profesión de maestro, y escribió varios trabajos sobre pedagogía. Sus ideas pedagógicas pretenden ser objetivas y prácticas y van encaminadas siempre a la defensa del maestro y del alumno. En su opinión hay que ser realistas y no buscar grandes ideales utópicos. Su postura ante la enseñanza puede calificarse de ecléctica. Siempre intentó armonizar los aspectos que él consideraba positivos de las ideas tradicionales y de las ideas progresistas, representadas por la Iglesia Católica y por la Institución Libre de Enseñanza, respectivamente.

Calle Montero Moya: Distrito Casco Antiguo - Barrio La Merced

Enlaces en la Red:

1.       https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=776785 “Las ideas pedagógicas de Montero Moya” Manuel María Morales Cuesta
2.       http://hdl.handle.net/10481/14136  “Montero Moya, un poeta liberal en el Jaén del siglo XIX” Manuel María Morales Cuesta
5.       https://studylib.es/doc/7914142/la-asociaci%C3%B3n-de-la-prensa-de-ja%C3%A9n--1911 “La Asociación de la Prensa de Jaén (1911-2011). Apunte histórico” Manuel López Pérez

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