Madre Inés de Jesús Gómez (1847 -1930)




MARÍA ISABEL GÓMEZ RODRÍGUEZ (Albuñol -Granada-, 14 de marzo de 1847 - Granada, 2 de mayo de 1930) 


Ana da a luz a una pareja de niñas, María Isabel y Pilar. Su padre, Bartolomé y dos hermanos varones eran el resto de la pequeña y pobre familia. Al año fallece Pilar.

Con siete años sus padres envían al colegio a Isabel aprendiendo a leer en los siguientes siete meses. Debe abandonar el colegio, reanudando posteriormente las clases a pesar de la pequeña cantidad que había que abonar a la maestra. Isabel, decide para no tener que abandonar su educación trabajar para la maestra, quien la nombra instructora de niñas y en sus ratos libres estudiará.

Fallece su padre, y la situación económica en la casa se complica: El hermano mayor debe irse al servicio militar y el otro decide marchar a buscar trabajo. La madre trabaja día y noche para sacar adelante a Isabel y su hermana pequeña. No es suficiente e Isabel deja la escuela y empieza a bordar. Pasan algunos años y decide estudiar para maestra, sin dejar el trabajo del bordado. Su maestra le ayudará en este intento. Finalmente, con veintidós años se examina en Granada.

En 1868, con  veintiún años Isabel pertenece a la asociación de las Hijas de María y a raíz de un Misión popular que se organiza en su pueblo y después de una confesión general, se propone vivir para Dios.

Decide hacer oposiciones a una escuela estatal, pero sólo hay una plaza, por lo que intentan disuadirla de opositar, pero no lo consiguen; no alcanza la única plaza que había, pero le dan poco después la escuela de un pueblo cercano al suyo: Juviles. Pueblo al que llevará a su madre y hermana para que vivan con ella.

En 1874 ingresará en el Instituto de las Hermanitas de los Pobres del que saldrá porque las gentes del pueblo del que era maestra la reclaman.

Va finalmente a Granada, y el sacerdote que se ha convertido en su protector, Francisco Barranco, le propone, entrar en las Hijas de Cristo. Para ella le eran desconocidas. Sí había tenido conocimiento de su Fundador, el Canónigo José Gras y Granollers, que hacía tiempo enviaba a los pueblos la revista fundada por él, El Bien, con el deseo de que se propagara la asociación de La Corte de Cristo. Isabel había tenido en sus manos la revista y, entusiasmada con lo que en ella se decía, había escrito al Fundador, pidiéndole información para formar en Juviles Coros de adoración de la Corte de Cristo. Esta había sido la ocasión de saber de él, pero todo había quedado ahí. Hacía un año que D. José Gras había fundado un Instituto que por medio de la enseñanza dada a las niñas y jóvenes había de ser la base para el reinado de Cristo en la familia y en la sociedad. Era el 26 de mayo de 1876 cuando se bendice la casa en la que quedan instaladas las primeras componentes de él.

El 12 de abril de 1877 Francisco e Isabel llegan a la casita donde estaban establecidas las Hijas de Cristo. Hablan con el hermano del Fundador que le sustituía mientras éste estaba en el Sacro Monte y la acepta para el Instituto y el 18 del mismo mes, entra oficial y definitivamente en el Instituto recibiéndola José Gras.

Son tres las que forman la pequeña comunidad, pues ha ingresado una nueva postulante, y entre las tres se reparten los trabajos de la casa. Dos deben atender a las clases durante el día; por la noche, deben hacer otros trabajos, pues los ingresos que perciben con la enseñanza y lo que el Fundador ofrece, que es todo cuanto gana, no son suficientes. Bordan casullas y otros ornamentos de Iglesia para el Sacro Monte y con eso van ayudándose. Diez días lleva Isabel en el Instituto, cuando el Fundador la nombra superiora de la pequeña comunidad.

El día 8 de junio de este mismo año 1877, recibe el Hábito de Hija de Cristo Rey, junto a la otra Hermana que se había encontrado, al ingresar en el Instituto. Cambia su nombre de Isabel por el de Inés de Jesús. Profesará el 25 de diciembre.

La primera casa en Granada será la casa-palacio del Conde de Benalúa donde hay sitio para establecer el colegio y construir un templo. Para su compra pedirán limosna por los pueblos de la Diócesis y realizarán trabajos. Son primeros tiempos de pobreza.

Han pasado nueve años desde la fundación del Instituto por José Gras y se piensa en abrir nuevas casas. El primer paso en un pueblo de la provincia de Granada, Montegícar. Algunos señores se han animado a cederles una casa donde puedan instalar un colegio y educar a sus hijas. Era el mes de junio del año 1885. La M. Inés va a preparar las clases y organizar el colegio, pero aún no ha terminado de prepararlo todo, cuando le avisan de Granada que en la ciudad se ha declarado el cólera. Decide que salgan de allí las hermanas más jóvenes y las colegialas que no tenían padres y vayan a Montegícar. Ella se vuelve a Granada y junto con otras hermanas e incluso varias novicias se dedican a cuidar a los enfermos. El día 13 de Agosto la M. Inés y otra de las Hermanas cayeron enfermas. La M. Inés quedó muy débil de la enfermedad y poco después se le descubrió un tumor en el costado del que será intervenida.

Irán a Sevilla, donde las Hermanas habían ido a dirigir unos Talleres fundados por una Junta de Señoras que abandonarán y antes de su vuelta se les propone quedarse en el barrio de Triana, donde hacía mucha falta la enseñanza religiosa. Se quedan en una casita alquilada e intentan defenderse económicamente, aunque debieran pedir limosna, la M. Inés, que ya había sido nombrada Superiora General por el Fundador, aunque aún no estaba del todo restablecida de la operación que había sufrido, se presentó en Sevilla para intentar poner remedio a las dificultades.

Después de Sevilla, fue en Madrid donde el Instituto abrió una nueva casa. Las Hermanas se encargaron de unas Escuelas Gratuitas y tampoco fue fácil la vida en la Capital, donde tuvieron que cambiar varias veces de lugar y vivir con estrecheces económicas.

Desde Madrid, surgió una nueva fundación en Las Palmas a donde iba un nuevo Obispo, D. José Cueto de la Maza, que las tomó bajo su protección. Un grupo de cinco hermanas marchó a comenzar la instalación de un Colegio que pronto se llenó de alumnas, por lo que hubo que enviar nuevas religiosas.

Pronto se fundó también un Noviciado pues habían surgido varias vocaciones y dada la distancia, parecía más conveniente que las jóvenes aspirantes permanecieran allí. En mayo de 1895  el P. Fundador y M. Inés reciben una carta de las Hnas. en la que les comunican su paso a la Orden de Santo Domingo. Sólo la Maestra de Novicias vuelve, con el corazón destrozado por lo que allí ha ocurrido.

En febrero de 1898, el Instituto recibe el Decretum Laudis. Una vez que el Instituto ha pasado a ser de Derecho Pontificio, se reúne el primer Capítulo General del Instituto, en septiembre de 1899. Es elegida Superiora General la M. Ángela de la Cruz, una de las primeras religiosas que habían ingresado cuando ya la M. Inés estaba en el Instituto. Esta es elegida primera Consejera y Ecónoma General.

Poco después de celebrado el Capítulo la Maestra de Novicias, M. Esperanza de Jesús, muere y se decide dar el nombramiento a la M. Inés que se encontraba de superiora en el Colegio de Madrid, en el que permanecerá casi dos años.

El 16 de agosto de 1901, León XIII aprueba definitivamente el Instituto, a solo tres años de haber recibido el Instituto el Decretum Laudis.

En 1905 se celebra el segundo Capítulo. La M. Inés es de nuevo elegida Superiora General.

Se abre un Instituto en Galicia, con la fundación de un nuevo orfanato. Después serán los colegios de Benifayó, en la provincia de Valencia; Villanueva del Arzobispo en Jaén, Doña Mencía en Córdoba y alguno más.

Antes del cuarto Capítulo, en julio de 1918, fallece José Gras con 83 años.

El Papa Pío XI, en 1925 en su Encíclica, Quas Primas, establece un día al año en que se honrara la divina realeza de Jesucristo: La Fiesta de Jesucristo Rey. La M Inés tiene casi ochenta años

El  7 de julio de 1927, aniversario de la muerte del P. Fundador, se trasladan sus restos a la iglesia de la casa generalicia y noviciado en el Albaicín. El 2 de mayo de 1930 fallece la M. Inés y es enterrada en la cripta en la que ya se encuentran los restos del Fundador José Gras.

Calle Madre Inés de Jesús: Distrito Centro - Barrio La Victoria

Enlaces en la Red:

3.       http://hcrey.org/wp-content/pdfs/Un_amor_que_llena_la_vida.pdf “Un amor que llena la vida. Madre Inés de Jesús Gómez” María Fernanda Mendoza Ruíz

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