Justino Flórez Llamas (1849 - 1927)
Arquitecto,
empresario.
Hijo de
Pablo Flórez Herques y María de la Cruz Llamas-Antón, se tituló en 1872 por la
Escuela de Arquitectura de Madrid. Ese año fue contratado como facultativo
municipal de Pontevedra, donde proyectó obras como el matadero, el campo de la
feria, las casas consistoriales y el cementerio, aunque su alto costo influirá
en la frustración de la mayor parte de ellas.
También
se hizo cargo allí de la construcción de un edificio de promoción privada, el
teatro Principal.
En 1876
ocupó interinamente la plaza de arquitecto municipal de Vigo, donde realizará
las escuelas del centro y el palacio de justicia y cárcel. En esa ciudad vio
nacer a su primer hijo, Antonio –futuro arquitecto-, y dirigió una academia de
dibujo en la que se impartían clases a canteros y carpinteros. Ejerció también
en 1878 como jefe de explotación de la vía férrea Vigo-Orense y creó una
empresa de construcción. Otras obras suyas de esta época son la iglesia de San
Miguel de Ponteáreas (Pontevedra), de estilo neogótico, y el proyecto frustrado
para el palacio provincial de Pontevedra. Dimitió como arquitecto municipal en 1880
por motivos de salud y por la exigua cantidad que se le pagaba, y pasó a
ejercer dos cargos de carácter provincial: arquitecto diocesano y jefe de
reconocimiento y tasación pericial de los solares urbanos. Su proyecto para el
teatro Rosalía de Castro en Vigo de 1881 no llegó a realizarse.
Justino
Flórez ganó en 1882 la plaza de facultativo municipal de Burgos, donde
proyectará un monumento al Cid que no se llevó a cabo, y se trasladó a Jaén un
año más tarde para hacerse cargo del puesto de arquitecto provincial, municipal
y diocesano a partir de 1884. El inicio de las obras eclécticas del matadero y
de la conclusión del palacio provincial coincidió con la muerte de su esposa,
Daría Urdapilleta Lasa, en 1885 durante una epidemia de cólera. Contraerá segundas
nupcias en Vigo un año más tarde con Amelia Yáñez Llorente, quien le dará su
segunda hija, Amelia; en esa época inició la iglesia parroquial de Porcuna, de
estilo neorrománico. Enviudó de nuevo en 1889, aunque su creación continuó con
el asilo de las Hermanitas de los Pobres y el proyecto del nuevo, aunque
frustrado, cementerio de Jaén.
En 1891
se casa por poderes con María Purificación de Amenábar y Oteiza, residente en
La Habana, quien le dará tres nuevos hijos, Pablo, Justino y Daría. Edifica entonces
el cementerio de Jódar, crea una empresa de electricidad, adquiere fincas de
olivos y se dedica al negocio de la construcción; compra el teatro Principal de
Jaén y los solares adyacentes, donde proyectará diversas viviendas, entre
ellas, su casa.
Dimitió
en 1898 como arquitecto municipal para participar en el concurso de proyectos
de las nuevas casas consistoriales con una propuesta “neogótica mauritana” que
fue rechazada, pero tuvo mejor suerte con las edificaciones del seminario
diocesano de Jaén y del cementerio de Baeza.
Entre
1911 y 1912 su actividad empresarial se centró en el arrendamiento de
explotaciones mineras, la mayoría de ellas en la provincia de Jaén, en concreto
dieciocho en el término de la capital, tres en Martos y una en Alcalá la Real.
Fundó la sociedad Óxidos Flórez y construyó una fábrica de transformados de
mineral (Santa Daría) y otra de elaboración de yesos.
En 1913
era vocal de la Comisión Provincial de Monumentos, por lo que consiguió salvar
las yeserías mudéjares de la Casa de la Virgen, hoy día en el Museo Provincial.
Más
tarde adquirió y remodeló el antiguo palacio del condestable Iranzo, que
mantuvo como sede del Casino Primitivo, y llevó a efecto la decoración
clasicista del salón de sesiones del palacio provincial. Fue nombrado
presidente de la Cámara de Comercio e Industria en 1924.
Debido a
su delicado estado de salud renunció al cargo de arquitecto provincial y
diocesano en 1925.
Su
última obra fue el cine Darymelia, donde la arquitectura del ladrillo
evoluciona hacia tendencias regionalistas.
A su
muerte, la prensa local elogió su labor filantrópica, pues expresó a sus hijos
el deseo de dedicar a obras de caridad el diez por ciento de los beneficios
obtenidos anualmente en el negocio minero.
De
hecho, el mismo año de su muerte se repartieron 210.000 pesetas entre los cien
obreros que tenía a su cargo. El pueblo de Jaén le agradeció el gesto con un
conjunto escultórico encargado a su hijo, el arquitecto Antonio Flórez
Urdapilleta, y al escultor José Capuz (1930): Está situado en la plaza del Deán
Martínez de Mazas o Plaza Deán Mazas, siendo una réplica del original que se encuentra en el Museo
Provincial de Jaén; fue costeado por el pueblo de Jaén en 1.930, con ayuda de
la Cámara Oficial de Comercio e Industria y representa a un minero desnudo en
actitud de levantar una pesada piedra, por debajo mana el agua de una fuente de
taza redonda. Es también un monumento al esfuerzo, al trabajo. En la piedra se
encuentra labrada la efigie del homenajeado, pudiendo leerse bajo la
misma: EL PUEBLO DE JAÉN/ A/ JUSTINO FLOREZ LLAMAS/ AÑO MCMXXX.
Óxidos Florez manufacturaba el
mineral de hierro, se molía en polvo y se utilizaba en la fabricación de
pinturas de minio, estos óxidos rojos se enviaban por ferrocarril a Málaga
donde empresas inglesas tenían sede y desde donde ya se comercializaban,
empresa como óxidos rojos de Málaga, conocida curiosamente como La Victoria
eran sede de la empresa de Bristol Valley Colours donde desde 1905
trabajan con unas de Jaén y Córdoba.
“El personal técnico de origen
inglés comenzó a levantar en el paraje una colonia de hoteleros de típica
arquitectura inglesa. Esos mismos empresarios introdujeron iniciativas
deportivas (fútbol, tenis, natación, aerostación.....) que al desarrollarse en
las explanadas de la zona, motivaron la creación de las primeras instalaciones
deportivas de la ciudad”.
"La influencia del personal
técnico de la empresa Óxidos Flores, establecida entre la vía férrea y las huertas
de Peñamefécit, determinó que grupos de jóvenes empezaran a practicar distintos
deportes en aquellas parcelas. Resultado de ello fue la creación informal, en
1922, de un equipo de fútbol, al que sirvieron de base las peñas deportivas La gimnástica y El balompié, que se fusionaron en dicho año, para dar lugar el Jaén F. C., más conocido por «El FC»,
que disputaba sus partidos en la plaza de toros. Pero al ser lugar inadecuado,
pronto se trasladaron a los solares de Peñamefécit, donde el 20 de mayo de
1923, quedó inaugurado, con toda solemnidad, un rudimentario campo de fútbol,
que sería utilizado por la Unión
Deportiva Giennense.
La Diputación Provincial: Entre el proyecto de Jorge Porrúa (1871)
y el que presentará para la conclusión de la obra Justino Flórez Llamas en
1885, hay bastantes acontecimientos que hacen de la obra un proyecto complejo, ejemplo
de la influencia política en la edificación, la evolución estilística
finisecular y la penuria económica de los organismos públicos. El proceso se
anticipa a 1867, con el proyecto ideado por el arquitecto José María Cuenca,
cuya construcción se inició con muchos avatares, debido a la imprevisión
presupuestaria o a las manifiestas incompatibilidades del arquitecto con el
contratista de la obra, Fernando Arrabal. Consecuencia de ello, la comisión
provincial cesó al citado facultativo a finales de 1868, continuando la
edificación el arquitecto Manuel Mostaza; éste valoró el estado de su fábrica y
liquidó la obra ejecutada, presentando un presupuesto adicional para terminar
la crujía principal y, ya en 1869, el edificio completo. Estas actuaciones respetaban
el proyecto de José María Cuenca, pero elevaban su coste al triple de lo
inicialmente previsto. La obra sufrió un nuevo retraso en el mes de abril de 1869,
tras ser repuesto José María Cuenca en su cargo de arquitecto provincial,
después de las intensas gestiones realizadas ante el Gobernador Civil. Redacta
entonces un informe en el que expone el estado real de la construcción y la
necesidad de su acabado. Las autoridades provinciales se vieron forzadas a
aceptar momentáneamente la decisión del Gobernador Civil, pero la confianza en
José María Cuenca ya se había perdido, hasta el punto de ser cesado de nuevo a
finales del año, siendo nombrado un nuevo arquitecto provincial, Jorge Porrúa.
El 2 de noviembre de 1885 Justino Flórez Llamas presentaba el proyecto
definitivo para la terminación del edificio. No fue ésta su primera
intervención en el panorama constructivo local, dado que en el mes de abril ya
había proyectado el Matadero Municipal, donde se anunciaban dos importantes
novedades materiales y estéticas: la concepción estructural y decorativa del
ladrillo, y el recurso al historicismo medieval. La intervención del arquitecto
en Jaén coincide con la vigencia de la segunda contrata para la terminación de
las plantas baja y entresuelo del palacio, según el proyecto ideado por Jorge
Porrúa y con las modificaciones introducidas por Ricardo Marcos. Aún quedaba
mucho para concluirla: la arquería del patio, los envigados de hierro, las
fachadas desde el piso de entresuelo aproximadamente, la tabicación de todas
las plantas excepto sótanos y la pavimentación del conjunto. En cuanto al
patio, se mantiene la idea propuesta por Ricardo Marcos en 1883. Habría que citar
un elemento original añadido por Justino Flórez, el doble cimacio rectangular,
un guiño no disimulado a la vandelviriana sacristía de la Catedral de Jaén. Hacia
1892, ya casi finalizada la tercera contrata de la obra, la galería será
modificada por Justino Flórez, introduciéndose un pretil abalaustrado y dobles
pilares sobre pódium. En la planta de subterráneos, a la que se accede por la
Plazuela del Pósito, se disponen locales para el Museo Arqueológico Provincial
y el Archivo de la Diputación, que antes quedaban en la planta principal, así
como almacenes, leñeras y lavaderos. En la planta baja, a la que se accede ya
por la fachada principal, se disponen las oficinas de atención al público
(agricultura, industria, quintas, caja e imprenta); en la planta de entresuelo
se sitúan el Salón de la Comisión Provincial y los despachos y oficinas de
Contaduría, Depositaría, Secretaría y Presidencia. La planta principal se
reserva para los espacios representativos: el Salón de Sesiones, la Sala de
Conferencias, respondiendo a la demanda cada vez más creciente de la prensa, y
despachos para el arquitecto provincial y el director de carreteras. En planta
de cubiertas se deja para las tribunas públicas que se abren al Salón de
Sesiones, los trasteros y las viviendas del conserje y el portero. El inicio de
las obras coincidió con la finalización de la segunda contrata, que se había
prorrogado hasta octubre de 1888. Se fueron alternando así las obras de
terminación del palacio con el uso de sus dependencias; en 1891, una comisión volvió a solicitar de Justino
Flórez un proyecto y presupuesto adicional para instalar otros servicios en la
crujía principal como la Audiencia, las oficinas y casa del Gobierno Civil, la
Delegación de Hacienda o la Dirección de Comunicaciones. En 1894 se repararon
los daños producidos por un incendio, se terminaron de cubrir las estancias
pendientes y se tapió la tribuna pública del Salón de Sesiones. La estructura
de hierro de la fachada, con su campanario y su pararrayos, no se instaló hasta
1915 y cuatro años más tarde se tuvo que reconstruir la parte destruida por un
incendio, el segundo que sufría el edificio. En 1921 Justino Flórez presentaba
la que iba a ser su última intervención en la obra, la decoración del Salón de
Sesiones, conservado hoy día prácticamente como se ideó, en lo que supuso una
de las manifestaciones más significativas del tardoeclecticismo en Jaén.
El Palacio
del Condestable Miguel Lucas de Iranzo se encuentra formando parte del
edificio ocupado hasta fechas próximas por el "Casino Primitivo" y la
"Peña Flamenca". En la actualidad es sede del Patronato municipal de
Cultura y Deportes así como el de Asuntos Sociales del Excmo. Ayuntamiento de
Jaén.
Del palacio, que ocupaba una gran extensión no quedan testigos arquitectónicos
de importancia. El palacio está ubicado en el corazón del casco antiguo de la
ciudad. La estructura principal del edificio que ha llegado hasta nosotros
estaba compuesta por dos pisos de planta básicamente rectangular. Muy alterado
por las transformaciones llevadas a cabo en los siglos XIV y XX, todavía pueden
verse algunos elementos originarios. La fachada principal se alza hacia la
Calle Maestra. Consta de dos plantas. Toda ella está construida en ladrillo
visto y es uno de los mejores ejemplares de la arquitectura giennense de
comienzos de siglo. A esta fachada corresponden dos amplios salones.
Descendiendo por la escalera, se llega al patio-jardín. En él se nos ofrece una
bella logia, de siete arcadas de medio punto, sobre columnas de piedra, de
orden dórico. Por ella se pasa a los salones principales del palacio, cubiertos
con magníficos artesonados mudéjares rectangulares con armadura holladera,
entrecalles de lazo y piña central de mozárabes, profusamente decorados. En la
pared del salón principal existe una bellísima puerta de yeserías moriscas. En
las zapatas, figuran las armas del Condestable y su esposa. Un salón
contiguo ofrece también una cubierta con artesonado decorado con una estrella
en el centro y ruedas de lacería. Un tercer salón con artesonado decorado con
motivos florales. Sobre estos salones mudéjares, se levantan otras
dependencias, entre ellas el salón de baile, que ofrecen en la fachada que da
al patio numerosos elementos de interés, tales como una excepcional cristalera,
así como vestigios de la restauración llevada a cabo en el edificio del siglo
XIX. En conjunto, el edificio ofrece dos partes dignas de estudio,
conservación y restauración. De un lado, los restos del Palacio del Condestable,
con sus artesonados mudéjares y los elementos arquitectónicos incorporados en
el siglo XIV. De otro, todo el conjunto propio del Casino, de gran sabor
ochocentista, digno también de muy especial atención.
Una
de las notas distintivas del famoso "Casino Primitivo" de Jaén, fue
su Biblioteca, muy perdida y olvidada para desgracia del tesoro bibliográfico y
documental de la ciudad.
El Casino
Primitivo es un gran ejemplar de la arquitectura local jiennense de las
primeras décadas del siglo, una vez restaurado, un marco ideal para unas
instalaciones culturales situadas en un lugar lleno de evocaciones y rebosante
de historia. El Casino Primitivo de Jaén, conocido por el nombre de Casino
de los Señores, se fundó en el año 1841, estableciéndose el primero en la calle
Hurtado, en la casa conocida por la de los Domedeles, siendo 53 el número de
Socios fundadores. A poco tiempo, en 1864, se trasladó al local, que ahora
ocupa en la calle Maestra Baja con otra puerta que da a la Plaza de la Audiencia,
junto al Teatro, que sirve de entrada durante el verano y la de la calle
Maestra en la estación de invierno. Contó con unos 300 socios, ciento cincuenta
y tantos de número y los otros transeúntes. La apertura del Casino
Primitivo, fue todo un acontecimiento para el Jaén de su tiempo. La ciudad no
pasaba de ser una población aburrida y el Casino vino a traer aires de
progreso. El primer Reglamento del Casino, realizado en 1845 por Agustín de
Uribe, compaginaba los fines recreativos con los culturales y ello propició el
que el Casino estuviese siempre muy concurrido. El éxito del Casino
Primitivo hace que comiencen a surgir imitadores y los nuevos casinos
proliferan en Jaén. Al finalizar los años veinte, el esplendor del Casino
comienza a decaer un tanto. Los nuevos usos y hábitos sociales influyen por
supuesto en la vida de los casinos. Aunque, por supuesto, esta decadencia no es
alarmante, renacerá por último en la década de los 40. El autor del actual
edificio fue Justino Flórez Llamas.
El edificio del Cine Darymelia representa
la continuación simplificada de la tendencia estética que ya había empleado
para la composición del edificio del Casino Primitivo y que solo conservará del
proyecto original la fachada. El nombre proviene de los nombres de las hijas
del arquitecto: Daría y Amelia. Esta obra se inició en 1922 y concluyó en 1927.
Obras: Matadero,
Pontevedra, 1876; con F. Bouza y Tredis y D. Lareo, Teatro Principal, Pontevedra,
1878; Escuelas del centro, Vigo, 1879; Iglesia de San Miguel de
Ponteareas, Pontevedra, 1880; con J. M. Ortiz, Palacio de Justicia y
Cárcel de la calle del Príncipe, Vigo, 1881; con J. Porrúa, Palacio de
la Diputación Provincial, Jaén, 1885; Iglesia Parroquial de Porcuna, Jaén,
1888; Asilo de las Hermanitas de los Pobres, Jaén, 1891; Cementerio
de Jódar, Jaén, 1892-1894; Seminario Diocesano, Jaén, 1899; Casa
particular, Jaén, 1902; Cementerio de Baeza, Jaén, 1906; remodelación
del Palacio del Condestable Iranzo o Casino Primitivo, Jaén, 1919; decoración
del salón de sesiones del Palacio de la Diputación Provincial, Jaén,1921; Cine
Darymelia, Jaén, 1927.
Calle Justino Flórez Llamas: Distrito Este - Barrio Loma del Royo
Enlaces en la Red:
2.
http://dbe.rah.es/biografias/36222/justino-florez-llamas Rafael
Antonio Casuso Quesada
4.
https://www.dipujaen.es/conoce-diputacion/sedes-y-directorios/palacio-provincial/ “Catálogo
monumental de la ciudad de Jaén y su término” Instituto De Estudios Giennenses.
Arquitectura de la administración pública. Diputación provincial
5. http://www.dipujaen.es/export/sites/default/galerias/galeriaDescargas/diputacion/dipujaen/Sedes/Arquitectura_del_siglo_XIX_en_Jaxn.pdf “Arquitectura del siglo XIX en Jaén” Rafael
Antonio Casuso Quesada
6. https://www.dipujaen.es/export/sites/default/galerias/galeriaDescargas/diputacion/dipujaen/Sedes/Estudio_-_Palacio_Provincial.pdf “Arquitectura contemporánea en Jaén. Estudio
histórico-arquitectónico del Palacio Provincial” María Dolores Pegalajar Gordo
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