Baltasar de Alcázar (1530 - 1606)
BALTASAR DE ALCÁZAR (Sevilla, 1530 - Ronda, 16 de enero de 1606)
Poeta.
Sexto hijo de Luis del Alcázar y Leonor de León, apellido este segundo que
utilizó en ocasiones. Era una familia de conversos. En la familia del poeta
existieron relevantes personalidades en la vida administrativa y comercial de
la Sevilla del tiempo. Destacan su abuelo Pedro del Alcázar, que llegó a ser
armado caballero por su participación en la defensa de Alhama; su tío
Francisco, fundador de cuatro señoríos para sus hijos, uno de los cuales,
también llamado Baltasar, ha sido confundido con el poeta; su hermano Melchor,
e incluso su sobrino, Juan Antonio del Alcázar, poeta como él.
Circularon acusaciones acerca de la
sangre judaica de los Alcázar, un carácter converso que se confirma además por
sus manejos políticos, favorables a la causa criptojudía, su ocupación en la
recaudación de impuestos, los negocios comerciales, principalmente con las
Indias, o su política matrimonial de carácter endogámico.
Baltasar del Alcázar se casó en 1565 con su prima hermana María de Aguilera,
hija del mariscal de León. Del matrimonio nació una única hija, llamada Leonor, que fue monja profesa
en el convento de San Leandro.
Parece ser que estudió Humanidades en León, pero pronto se decidió por la
carrera de las armas, sirviendo a las órdenes del marqués de Santa Cruz y de
Álvaro de Bazán y parece que fue especialmente renombrada su participación en la batalla
de Muros (1544), contra los franceses, de los que fue prisionero en una
ocasión. Sirvió también en la guarnición militar del castillo de Jaén, época
que recogió en diversos poemas. En cuanto a su formación intelectual, sólo
se puede confirmar su conocimiento de las lenguas vulgares y el latín, además
de resaltar su predilección por las materias astrológicas y los secretos
naturales.
En esos primeros años, su referente poético debió de ser el también
sevillano Gutierre de Cetina, a quien le unió una estrecha amistad, iniciada
probablemente en torno a 1551 y refrendada por las epístolas cruzadas que ambos
se remiten.
Como gran parte de sus parientes, ocupó cargos en la política municipal. A
veces, desde 1570 en adelante, ejerció como alcalde de la Hermandad del Estado
de los hijosdalgo. Aunque se dedicó al comercio y a la especulación de bienes
inmuebles, lo que le permitió conseguir una moderada hacienda, el período
central de su vida, a partir de 1569 y hasta 1584, se desarrolla en torno a
Fernando Enríquez de Ribera y Juana Cortés, segundos duques de Alcalá de los
Gazules e importantes mecenas y favorecedores de las artes y las letras
sevillanas. Ocupó el cargo de alcaide o gobernador y alcalde mayor, es decir,
juez, en la villa de Los Molares, condado bajo la jurisdicción ducal. En ese
pueblo utrerano se desarrolló una parte cuantiosa de su producción poética,
relacionada, en ocasiones, con sucesos allí ocurridos.
En 1584 Baltasar del Alcázar se concertó con el conde de Gelves, otro
relevante mecenas sevillano, para administrar su hacienda, cosa que hizo hasta
la muerte del noble, en 1589, aunque con más de una desavenencia entre ambos. A
pesar de que el poeta nunca abandonó la capital de modo definitivo, a partir de
esta última etapa se instala en ella de forma continuada.
En esos años se agravan, por lo demás, sus dolencias de gota, enfermedad
que arrastraba desde hacía tiempo. Acaso también estuviera enfermo de sífilis o mal francés a juzgar por la
atención que recibe por parte del doctor Ancona, reconocido especialista en la
materia, además de por las continuadas referencias en sus versos. Ya en 1588
había otorgado testamento, en el
que la mayor beneficiaria resulta ser su sobrina Leonor, hija de Melchor, ya
que su hija había profesado.
Ya mayor se fue a vivir con su hija a Ronda, El 16 de enero de
1606, Baltasar del Alcázar, contando setenta y seis años de edad y
debió de ser enterrado en el monasterio donde había hecho los votos su hija.
La faceta que destaca, y por la que, a la postre, habrá de ser recordado
especialmente, es su poesía burlesca, o de donaire, iniciadora de esa tendencia
que ha sido llamada poesía sevillana de la sal. Muy apreciados fueron y
son sus epigramas, a los que debe el apelativo de Marcial
sevillano.
La obra poética de Alcázar, constituida por 237 poemas seguros y otros 16
de atribución dudosa, se ha conservado en su mayor parte en cuatro
manuscritos del siglo XVII, a través de la copia que confeccionó Pacheco. Muchos de los poemas aparecen en multitud de cartapacios de poesías
varias de los siglos XVI y XVII, prueba de la gran difusión que obtuvieron sus
obras. Junto con la obra poética también se poseen algunas muestras en prosa:
unos Problemas en disparate, en que se repiten ciertos temas burlescos
de la poesía; una Pasión de Cristo y, tal vez, un Libro de suertes, que
probaría su interés por las cuestiones astrológicas.
Entre sus obras:
Epigramas: «A un giboso de delante», «A una mujer escuálida», «Constanza», «Dios
nos guarde», «Doña Valentina», «El estudiante», «Hiere la hermosa Elvira...», «Entraron
en una danza...» («El baile»), «Job», «La capa», «La nariz de Clara», «Los ojos
de Ana», «Salir por pies», «Preso de amores», «Su modo de vivir en la vejez», «Una
cena jocosa», «Yo acuerdo revelaros un secreto».
Sonetos: «A Cristo», «Al amor», «Cercada está mi alma de contrarios», «Di,
rapaz mentiroso».
Otros: «Cena jocosa», «Diálogo entre dos perrillos», «Diálogo entre un
galán y el eco», «Consejos a una viuda».
Calle Baltasar de Alcázar: Distrito Centro - Barrio Las Protegidas
Enlaces en la Red:
3.http://zapardiel.org.es/revista/2000/04/baltasar-de-alcazar-el-poeta-gastronomo/comment-page-1/ “Baltasar de Alcázar, el poeta gastrónomo”
Manu Ruiz de Luzuriaga
4. http://dbe.rah.es/biografias/6120/baltasar-del-alcazar “Baltasar de Alcázar” Valentín
Núñez Rivera
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