Patrocinio de Biedma y la Moneda (1845 - 1927)




PATROCINIO DE BIEDMA Y LA MONEDA (Begíjar -Jaén-, 13 de marzo de 1845 - Cádiz, 14 de noviembre de 1927). Escritora.


Publicó varios de sus trabajos periodísticos con el anagrama masculino de Ticiano Imab

Nació en el seno de una familia aristocrática, su padre Diego de Biedma Marín y su madre Isabel María de La Moneda García- Riofrío. La muerte del padre siendo ella niña -tenía 4 años-, cuando la diferencia de edad con su hermano mayor, varón, y la poca edad de la hermana pequeña -sólo un año- la alejaban de ellos, influyó en que su infancia fuera bastante solitaria y girara alrededor de la madre. El relativo aislamiento en que vivió en su infancia y adolescencia estimuló su gusto por la lectura y ser autodidacta.

Se casó en 1861, a los dieciséis años, con José María de Cuadros y Arrellano, natural de Baeza, donde residieron, hijo del marqués de San Miguel de la Vega, con el que tuvo tres hijos que murieron de uno, dos y seis años, respectivamente. Quedó viuda en 1873, con veintiocho años de edad y, viuda, sin hijos y sin necesidad de atender personalmente el patrimonio que tenía en su tierra natal, abandona el pueblo donde nació para dar salida a sus necesidades vitales e intelectuales. La situación de viuda era desesperante para las mujeres del pueblo llano, pero en el caso de Patrocinio, al tener resuelta su situación económica, y al estar protegida socialmente por sus amigos de la aristocracia y la alta burguesía, significó una auténtica liberación en su vida.  Por tanto, en 1876, decide instalarse en Cádiz, ciudad a la que se sentía ya muy vinculada por lazos de amistad. En ella realiza gran parte de su actividad cultural y social.

Literariamente se dio a conocer el 15 de marzo de 1877 en la Velada de la Asociación de Escritores y Artistas de la ciudad, a la que llegó acompañando a la princesa Ratazzi, que viajaba desde Sevilla. Para esa fecha Patrocinio de Biedma era conocida como autora de varios libros de poesía, algunos escritos en su juventud y la mayor parte de ellos tras la muerte del primero de sus hijos, José María, a quien dedicaría Recuerdos de un ángel. Elegías a la memoria del niño Don José María del Olvido Quadros de Biedma, muerto a los seis años de edad (1874).

En Cádiz trabó amistad con el impresor sevillano José Rodríguez Rodríguez, propietario del periódico “La Crónica” y de los Talleres Tipográficos La Mercantil, donde se editaba su revista “Cádiz. Artes, Letras y Ciencias”, que vio la luz el 10 de mayo de 1877, para cesar en 1880. Colaboradores de la revista fueron entre otros José Jurado de la Parra, dramaturgo y poeta baezano, y Enrique de Sierra Valenzuela, escritor romántico, periodista y abogado de la localidad almeriense de Adra. La dirección de Cádiz permitió a Patrocinio de Biedma crear una red de colaboración literaria femenina en torno a su revista, en la que participaron autoras como Julia de Asensi, Concepción Gimeno, Ermelinda Ormaeche, Josefa Pujol de Collado, Faustina Sáez de Melgar o Sofía Tartilán, quienes también desarrollaron su labor literaria conjuntamente en volúmenes como Las mujeres españolas, americanas y lusitanas pintadas por sí mismas, dirigido por Faustina Sáenz de Melgar y publicado en Barcelona en 1881, si bien cabe señalar que Cádiz no fue en ningún momento una publicación enfocada al público femenino. A partir de la revista Cádiz surgió un proyecto mayor: la Federación Literaria Andaluza, una empresa que pretendía la descentralización literaria y el apoyo al talento surgido en las provincias. Renombrada como Federación Científico-Literaria, en 1878 Patrocinio de Biedma consiguió los suficientes apoyos para crear esta institución, que se ocupó inicialmente de las provincias de Andalucía y Extremadura, pero que más tarde extendió su acción a Cataluña, Cuba y Puerto Rico. Su propósito era principalmente editorial, pues entre sus principales funciones se encontraban las de publicar las obras escritas por sus socios, subvencionarlas, imprimir revistas y periódicos y crear bibliotecas, a fin de crear una literatura propia en estos territorios y descentralizar la vida literaria española. Sin embargo, y a pesar de ser ella la iniciadora de la empresa y ser nombrada presidenta de la Federación, una vez conformada la misma Patrocinio de Biedma quedó voluntariamente relegada a un segundo plano. Tras este proyecto, Patrocinio de Biedma continuó ligada al negocio editorial de su marido, que se siguió desarrollando en los años posteriores a su matrimonio con un aumento de los títulos publicados y un cambio de domicilio. El papel de Patrocinio de Biedma en la empresa es incierto, dado que se desconoce si contribuyó a la labor editorial realizada por la Tipografía La Mercantil, si bien resulta evidente su enorme influencia en la selección de los trabajos editados. La mayoría de obras literarias editadas por La Mercantil fueron escritas por la propia Patrocinio, ya fueran primeras ediciones o reediciones anteriormente publicadas en prensa.

Poco después de que el impresor José Rodríguez quedara viudo se casarían el 3 de noviembre de 1880 siendo apadrinados por Alfonso XII, representado por el Marqués de Santo Domingo de Guzmán, y vivieron en Cádiz, junto a los tres hijos del marido, a los que Patrocinio llegaría a dar su apellido. El día 10 de junio de 1914 muere su segundo esposo.

Su madre fallece el 11 de septiembre de 1881.

En estos años, además de la labor cultural, desarrolló una importante tarea benéfica. En diciembre de 1885, funda un asilo y escuela para niños huérfanos llamado “El Patrocinio”, conocido popularmente como “La Casa de los Niños”; funda la Sociedad Protectora de los Niños en Cádiz, inicia el Congreso de Protección de la Infancia (1887-1888), obteniendo por sus trabajos a favor de la infancia la Cruz de Beneficencia de 1.ª clase; en 1897 organiza en el Ateneo de Cádiz una velada en memoria de Concepción Arenal solicitándose al Ayuntamiento el cambio de nombre de la calle de la cárcel por el de Concepción Arenal, llevándose a cabo dicho cambio; y en 1898, muy concienciada con el pacifismo, en el que militó, fue nombrada vicepresidenta en España de la Ligue des Femmes pour le Desarmement International (Liga de las mujeres para el desarme internacional).

Se esfuerza en promocionar la educación de la mujer, en sus novelas, en sus artículos periodísticos y en su vida pública. Así, el importante discurso que pronunció en el acto de inauguración del año académico 1886-87 de la Academia Gaditana de Ciencias y Artes, institución de la que fue nombrada Académica Honoraria. El discurso se fundamenta en  «Sostener una tesis que está en el fondo de todas las conciencias y que reclaman de consuno todos los progresos del pensamiento humano: la de que la educación de la mujer es una necesidad de nuestra época, que se impone en cada una de sus fases, y que a conseguir su realización, están obligados cuantos se preocupan de los problemas sociales»

Conoce la obra que desarrollaban las primeras mujeres en actividades poco usuales en aquella época, escribiendo dos artículos sobre este asunto en “El Correo de la Moda”: «Las mujeres artistas» (1882-febrero) y «Las mujeres doctoras» (1882-octubre), dedicado a la primera doctora española, Marina Castells. Fue la primera mujer "Socio de Mérito" de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de la ciudad y reino de Jaén. No defendió el sufragio femenino pues en su opinión el voto femenino se decidiría «por el capricho del padre, el amigo o el marido», y no por el propio criterio de la mujer.

En 1866 apareció su primera colaboración en Obsequios poéticos a la Virgen de la Capilla (Jaén), en los años siguientes colaboró en El Cero (1867-1868) y La Fe Católica (1869-1870), ambos de Jaén, así como en el Boletín del Instituto de Segunda Enseñanza de Baeza.

Muchas de sus novelas y algunos episodios costumbristas se servirían del sistema de entregas, para luego ser reeditadas en su propia revista o directamente publicadas en volumen en los talleres tipográficos de su esposo, La Mercantil. Así su primera novela El testamento de un filósofo vería la luz en la madrileña Revista de España (1868), donde años más tarde se editaría La muerta y la viva (1881) y Las apariencias (1882- 1883). En La Moda Elegante, de Madrid, había publicado su novela La botella azul (1873), Las almas gemelas (1874). Entre sus episodios en prosa o verso pueden citarse: “Desde Cádiz a La Habana”, en El Bazar (1875); “Una historia en el mar” y “Hojas sueltas”, en Cádiz (1878); y “Fragmentos de un Álbum”, en Cádiz (1879).

Su producción narrativa se inicia con Blanca (1870); le seguirán 18 novelas más y 4 relatos cortos, denominados por la autora “Episodios”. Su última novela, La Marquesita (1892), es un homenaje a las gentes de Jaén. Muchas de sus novelas fueron reeditadas en una Biblioteca Escogida de la autora (1879-1885). El éxito de su narrativa radica en la temática de sus novelas, que responde al gusto del lectorado de la época. Se trata de un público, en gran parte femenino y burgués, que ve reflejadas en estas historias sus circunstancias sociales, aunque barnizadas con un tinte idealista y sentimental que las hacía especialmente aptas para esa clase social que gustaba alejarse de la vulgaridad de la vida cotidiana y, sobre todo, que deseaba diferenciarse del pueblo llano y semejarse a la nobleza. Refleja en sus novelas sus pensamientos, sus sentimientos, sus experiencias vitales; es decir, «su realidad»; técnicamente lo hace a través de la voz narradora y de los personajes que representan la jerarquía moral, que suelen ser, de forma equilibrada, hombres y mujeres. Si en la novelística de la escritora giennense no aparece la clase obrera como protagonista de sus historias, ni el materialismo como tema central de las mismas, sólo significa que ha seleccionado una parte de la realidad, las de las clases altas, para representarla en sus obras; la parte que ella mejor conoce.

Asimismo fue autora de numerosos artículos periodísticos, en los que con frecuencia abogaba por el derecho de la mujer a la educación y al trabajo, incluso en actividades relacionadas con las artes o las ciencias, aunque no se posicionó como sufragista. Además de los que insertó en su propia revista y en otras publicaciones periódicas gaditanas, como Diario de Cádiz (1885-1917), El Cocinero (1893, 1897 y 1900), Revista Teatral (1898, 1911 y 1912) y Colombia (1917), colaboró en La Niñez (1879-1883), de Granada; El Renacimiento (1884), de Sevilla; Revista de España (1880, 1882), El Correo de la Moda (1875, 1882), La Época (1883-1890), El Cascabel, El Globo (1879), El Ángel del Hogar, La Discusión, La Margarita, El Amigo de las Damas, Los Niños, La Mesa Revuelta, El Bazar (1875), La Crítica, La Iberia, El Eco de Europa, Flores y Perlas (1883), La Ilustración Católica, El Museo Popular, La Correspondencia de España (1888), El Imparcial (1888), El Resumen (1890), Blanco y Negro, El Álbum Ibero-Americano, Revista Católica de Cuestiones Sociales, Galería de Desgraciados (1883), de Madrid; en La Ilustración de la Mujer (1883) y en La Ilustración Ibérica (1883-1884), de Barcelona; en Revista Europea (1876), El Fígaro y Revista de Andalucía; y entre los periódicos de su tierra jienense, publicó en La Regeneración (1915-1921).

Entre sus colaboraciones poéticas en libros colectivos pueden citarse: el Novísimo Romancero Español (Madrid, 1877-1878), El Álbum Poético de “El Industrial” (Jaén, 1877-1878), Corona fúnebre dedicada a la buena memoria de S. M. la Reina doña M.ª de las Mercedes (Madrid-Barcelona, 1878), El pleito del matrimonio (Madrid, 1880), Almanaque... para 1880 (Málaga); El Álbum Calderoniano (Madrid, 1881), ¡El Curioso Parlante! (Madrid, 1889), Álbum poético infantil (Bilbao, 1895) y Escritoras Españolas Contemporáneas (Madrid, 1909). Sus colaboraciones en prosa se reparten entre Las mujeres españolas, americanas, lusitanas, pintadas por sí mismas (Barcelona, 1881), Impresiones y recuerdos (Cádiz, 1895), Cádiz, estación veraniega (Cádiz, 1897), El mundo de los periódicos. Anuario de la prensa española y estados hispanoamericanos (Madrid, 1898-1899), La Broma (1882), El estandarte (1889, 1895), El Álbum de los Boers (1901) y El Combate (1902).

Patrocinio falleció en Cádiz el día 14 de septiembre de 1927.

Calle Patrocinio de Biedma: Distrito El Valle - Barrio Polígono del Valle

Enlaces en la Red:

1.   

2. 

3.  
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1202713.pdf  “Contribución al estudio de las poetisas Giennenses en el siglo XIX” María Isabel Sancho Rodríguez
4. 
http://www.hidalgosdeespana.es/wp-content/uploads/2016/12/Hidalgos-547-julio-agosto-septiembre.pdf “Doña Patrocinio de Biedma y la Moneda, Ayala y Riofrío” Vicenta Márquez de la Plata Ferrándiz
5.       
6.       
7.       
8.       

Comentarios

Entradas populares