Rosalía de Castro (1837 - 1885)
ROSALÍA DE CASTRO (Santiago de Compostela, 24 de febrero de 1837 - Padrón, 15 de julio de 1885)
Poetisa y novelista española que escribió tanto en lengua gallega como castellana.
Nace en una casa localizada en el margen derecho del Camiño Novo,
la antigua vía de entrada a la ciudad de Santiago de Compostela para todos
aquellos viajeros procedentes de Pontevedra. Hija natural del sacerdote
José Martínez Viojo (1798-1871) y María Teresa de la Cruz Castro y Abadía
(1804-1862), una hidalga soltera de escasos recursos económicos, bautizada en la Capilla del Hospital Real con los
nombres de María Rosalía Rita y figurando como hija de padres desconocidos.
Se libró de entrar en la
Inclusa al hacerse cargo de ella su madrina María Francisca Martínez, fiel
sirviente de la madre de la recién nacida.
Hasta cumplir los ocho años, Rosalía se
encontró bajo la custodia de su tía paterna Teresa Martínez Viojo en la aldea
de Castro de Ortoño, perteneciente al municipio coruñés de Ames. En esta época la escritora toma conciencia de la dureza de la vida del
labriego gallego, así como también será en esta parte de su vida cuando tenga
conocimiento y vivencia del mundo rural propio de Galicia: la lengua, las
costumbres, las creencias o las cantigas que tanto influyeron en su obra
titulada Cantares gallegos.
Si bien no se conoce con exactitud la
fecha en que la madre de Rosalía decide hacerse cargo de ella, se sabe que en
torno al año 1850 la joven se traslada a la ciudad de Santiago de Compostela
donde vivió junto a esta, aunque ya había convivido con anterioridad con ella
en Padrón. Es en esta localidad gallega donde Rosalía recibió la
instrucción que por aquel entonces era la más adecuada para una señorita
(nociones básicas de dibujo y música), asistiendo de forma habitual a las
actividades culturales promovidas por el Liceo de la Juventud junto
con personalidades destacadas de la mocedad intelectual compostelana como Manuel
Murguía, Eduardo Pondal y Aurelio Aguirre.
Todavía en la actualidad es motivo de discusión entre los diferentes críticos
la relación que Rosalía mantuvo con Aurelio Aguirre, puesto que a pesar de que
se desconoce si existió una relación sentimental entre ambos, la obra del
mencionado sí que dejó huella en ciertos poemas de la escritora.
En abril de 1856, Rosalía se trasladó a
Madrid junto con la familia de su parienta María Josefa Carmen García-Lugín y
Castro, en cuya compañía habitó la planta baja de la casa número 13 de la calle
Ballesta. No se conoce con exactitud cuál fue el motivo que llevó a mudarse a
la escritora, aunque Catherine Davis creyó posible que este hecho fuese debido
al escándalo desencadenado a raíz del Banquete de Conxo (tuvo lugar el 2 de marzo de 1856 y se trató de un
acto de confraternización entre obreros, artesanos y estudiantes, en el que los
estudiantes, de una clase social elevada, sirven a obreros y artesanos como
camareros como símbolo de respeto e igualdad. El banquete constituyó un gesto
de índole socialista, el cual suscitó el enfado de los sectores más poderosos
de Santiago de Compostela), en el que desarrollaron un papel relevante varios
miembros del Liceo, como fueron Aguirre o Pondal. Un año después de llegar a
Madrid, Rosalía publicó un folleto de poesías escrito en lengua castellana que
recibió el título de La flor, siendo este acogido con simpatía por
parte de Manuel Murguía, quien hizo referencia a él en La Iberia.
Posiblemente fue en Madrid, y no en el
Liceo, donde Rosalía conoció a Murguía, con quien contrajo matrimonio el 10 de
octubre de 1858 en la iglesia parroquial de San Ildefonso. Murguía fue la primera de las personas
que animó a Rosalía en su quehacer literario, siendo él el responsable de la
publicación de Cantares gallegos. Tampoco le escatimó apoyo
social o intelectual. Al año siguiente de casarse, Rosalía dio a luz en
Santiago de Compostela a su primera hija, llamada Alejandra. A esta siguieron
Aura (1862), que vino al mundo en el mismo año que feneció la madre de Rosalía;
los mellizos Gala y Ovidio (1871); Amara (1873); Adriano Honorato
(1875), que falleció a los diecinueve meses al precipitarse desde una mesa, y
Valentina (1877), que nació muerta. Todos los hijos de Rosalía de Castro
nacieron en Galicia, ya fuese en Lestrove, La Coruña o Santiago de Compostela.
El matrimonio cambió en múltiples
ocasiones de domicilio, a lo que se añadió una separación del mismo a causa de las
actividades profesionales de Murguía y graves problemas económicos derivados
tanto de la inestabilidad laboral del mismo como de la parca salud de Rosalía.
Todos estos factores configuran un panorama vital que contribuye a explicar la
hipersensibilidad y el pesimismo de la escritora.
En 1859, el matrimonio estaba
residiendo en La Coruña. Luego pasa a Madrid, de donde Rosalía regresa a
Santiago (1861) para volver a la capital española. Con posterioridad, existen
referencias que permiten afirmar la presencia de la poetisa en Lugo y
Santiago, además de algunos viajes que realizó el matrimonio a Extremadura,
Andalucía, Castillas La Mancha y Levante.
En el mes de septiembre de 1868 se
produjo el levantamiento revolucionario español, conocido como La Gloriosa,
pasando Murguía de ser secretario de la Junta de Santiago a director del Archivo
General de Simancas, cargo que ejerció durante dos años. A partir de este
momento, la vida de Rosalía se desenvolvió entre Madrid y Simancas, siendo
en la ciudad vallisoletana en la que escribió gran parte de las composiciones
recogidas en Follas novas. Es conveniente aclarar que en estos
mismos años, es cuando se produjo el encuentro entre Rosalía de Castro y
Gustavo Adolfo Bécquer.
Desde 1871, Rosalía no sale de Galicia. Vivió a partir
de este año en las Torres de Lestrove (donde residían sus parientes los Hermida
de Castro), en Dodro (La Coruña), en Santiago de Compostela y Padrón,
donde prácticamente se instala en 1875.
Los últimos años de la vida de Rosalía
transcurrieron en la comarca de Padrón, lugar de su
infancia, y parte de su juventud. La Casa grande de Arretén,
nombre popular con que el que se conocía al pazo en el que había
nacido su progenitora, ya no era de la propiedad de la familia, factor que
propició que la escritora tuviese que residir en las Torres de Lestrove entre 1879
y 1882 mientras su marido se encargaba de la dirección en Madrid de La
Ilustración Gallega y Asturiana. Finalmente, se trasladó junto con su
familia a la casa llamada de La Matanza, situada en la parroquia de Iria.
Rosalía nunca disfrutó de una buena
salud, pareciendo predestinada desde su juventud a una muerte temprana. Poco tiempo antes de
fallecer, la escritora decidió pasar una temporada a las orillas del mar y por
ello se trasladó a Santiago de Carril. Cierto tiempo después regresó al
lugar de La Matanza, donde el cáncer de útero que padecía se fue complicando
progresivamente desde 1883. Tras tres días de agonía falleció al mediodía del
miércoles 15 de julio de 1885, en su casa de La Matanza.
Recibe sepultura en el cementerio de Adina, localizado en Iria Flavia. Su cadáver fue exhumado el 15 de mayo de 1891 para ser llevado
solemnemente a Santiago de Compostela, donde fue nuevamente sepultado en el
mausoleo creado específicamente para la escritora en la capilla de la Visitación del Convento de Santo Domingo
de Bonaval, en el presente Panteón de Galegos Ilustres.
Rosalía es considerada una figuras del Rexurdimento gallego, no solo por su aportación literaria en general y por el hecho de que sus Cantares gallegos sean entendidos como la primera gran obra de la literatura gallega contemporánea, sino por el proceso de sacralización al que fue sometida y que acabó por convertirla en encarnación y símbolo del pueblo gallego. Además, es considerada junto con Gustavo Adolfo Béquer, como la precursora de la poesía española moderna.
Aunque fue una asidua cultivadora de la prosa, donde Rosalía sobresalió fue en el campo de la poesía, a través de la creación de las que pueden ser consideradas sus tres obras clave: Cantares gallegos, Follas novas y En las orillas del Sar. Enlaces en la Red:
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