Francisco Civera Pérez (1804 - 1891)





FRANCISCO CIVERA PÉREZ (Teruel, 16 de octubre de 1804 - Jaén, 14 de diciembre de 1891)


Hijo de Melchor Civera Ucedo y  Petra Pérez Andrés. 

Inicia sus estudios en el Seminario Conciliar de su ciudad natal. Doctor en Sagrada Teología. Secretario particular del obispo Diego Martínez Carlón (1.832). Promovido a Racionero de la Santa Iglesia Catedral de Jaén, por la vacante surgida por la muerte de Juan del Mármol (26-6-1.833), Capitular, también por la muerte de Pedro Esteban (12-9-1.833/1.853), Arcipreste (1.853-1.884), con una congrua anual de 3.500 pesetas y Maestrescuela, siendo tras su óbito sustituido en ésta última dignidad por Francisco Fernández y Sánchez. Miembro de la Junta de Dotación de Culto y Clero (1.845). 

Presidente de la Comisión de la Corte de María, aprovechó su estancia en Valencia para adquirir las telas precisas para confeccionar un manto de color blanco, en tisú de plata y oro y con galón de encaje dorado para Nuestra Señora de la Capilla, Patrona de Jaén; dicho manto importó 6.121 reales obtenidos mediante suscripción popular, aunque el coste de las telas fue superior, el Sr. Civera costeó la diferencia (1.857). 

Protector de los Colegios del Santísimo Sacramento y de San Eufrasio, anejos a la Catedral. Formó parte de la comisión nombrada por el Cabildo catedralicio de Jaén, para acudir al límite de la provincia de Jaén (Las Correderas), junto al obispo Andrés Rosales y Muñoz, a fin de recibir a la reina Isabel II y autoridades, con motivo de su viaje a Andalucía (1-9-1.862). 

Vicepresidente de la Junta Provincial de Instrucción Pública (22-11-1.866). Realizó una destacada labor en la Junta de Beneficencia y en el Hospital de San Juan de Dios, de ésta última, miembro de la Comisión encargada de la redacción del primer reglamento para la organización de la vida hospitalaria de Jaén (20-2-1.847). 

Autor de un triduo en honor a la popular devoción por el cuadro del Ecco Homo, que se veneraba en el zaguán de la casa de José María de Cuéllar Moreno (Martínez Molina, 1.872); gran devoto del Cristo de la Expiración, al que escribió las “Jaculatorias a Jesús de la Expiración sobre sus últimas siete palabras”, a las que puso música el párroco de San Bartolomé, Eufrasio López Gimena (1.898); asimismo escribió un villancico que tituló: “Villancico de Navidad” (1.861) y Aguinaldos con acompañamiento de órgano y orquesta. 

Muy vinculado al pueblo de Los Villares (Jaén), a cuya parroquia donó un hermoso cuadro pintado al óleo que representaba a San Cayetano, siendo venerado hasta 1.936; también costeó el reloj de la torre de nuestra Catedral, y donó el grupo de la Asunción de la Virgen, obra del escultor Mariano Benlliure (Valencia, 1.888), que en su día le regalara una señora en agradecimiento a sus virtudes, actualmente en el Museo Diocesano. 

Por su proverbial altruismo a favor de los pobres, sirvió para que el Alcalde de Jaén, Rafael del Nido Segalerva, propusiera y lograra en sesión del Pleno, diera su nombre a la popular C/, Espartería (12-3-1.898).

Aprovechando la biografía del Padre Civera, unas palabras acerca del reloj de la Catedral y los Ejercicios del Cristo de la Expiración, muy vinculados a nuestro personaje:

Gran predicador.  Al Padre Civera –como el pueblo le llamaba- se debe el reloj actual de la Catedral de Jaén. Lo costeó de su peculio, pero no quiso que este hecho se supiera. Encargó de ello al Deán Sr Villena y este apareció entendiendo en todo lo referente a esta reforma , pero ocultando el nombre del donante. Prueba de ello es el siguiente documento privado: “Yo el infrasquito declaro por mi libre voluntad y porque a ello se ha prestado condescendiendo a mis deseos el Sr D Joaquín de Villena, Deán de nuestra Santa Iglesia, he puesto cuidado y diligencia la de adquirir una máquina reloj nuevo y de buenas condiciones para que sea colocada en la Torre de dicha Iglesia, y sea de su pertenencia, mediante a que se halla casi de todo punto inservible el que hay actualmente. A cuyo efecto dicho señor ha celebrado con consentimiento y anuencia del Iltmo Cabildo de nuestra Iglesia en el día 21  de abril último, solemne escritura con D Gregorio García, Profesor relojero de este vecindario, por ante el Escribano Público don Eufrasio Bonilla en que uno y otro contratante han convenido y se han sugetado a las reciprocas obligaciones que de dicho instrumento resultan y son conducentes al objeto indicado, y como la a que se ha sugetado dicho Deán proceden de encargo mío y son contraídas en representación de mi misma persona, pongo la presente declaración para que en todo tiempo y caso , el referido señor o quien pueda respresentarle acredite que yo soy el responsable a las condiciones que le afectan en dicha Escritura y que yo me obligo con mi persona, bienes y derechos a satisfacer. –Jaén 4 de mayo de 1860.- Francisco Civera Pérez – Hay una rúbrica.


Es interesante un recibo que detalla el costo del reloj, cuyo recibo dice así: “He recibido del M.I. Sr Deán de esta Santa Iglesia Catedral, en representación de la persona que ha donado un Relox, que acaba de colocarse, en la torre de la misma la cantidad de cinco mil nuevecientos setenta y tres Rs. ochenta céntimos, en esta forma: los 3.000 reales por el 2º plazo vencido de los cuatro que de igual cantidad debo percibir según ajusté escriturado; 1330 rs por el coste de la péndola, de compensación, puesta al Relox; y 1643 reales 80 céntimos costo de la esfera de porcelana a pie de fábrica y portes y derecho de todo en las aduanas según pormenor que como comprobante acompaña a este recibo que para resguardo del referido Sr Deán firmo en Jaén a veinticuatro de Julio de mi ochocientos sesenta y dos. –Gregorio García.- Hay una rúbrica.-Son Rs. Vn. 5973,80 cénts ” –Hay un sello color verde oscuro, fondo amarillo, con el busto de Isabel II y esta inscripción: “Recibos -50 cénts.-”Gregorio García, el más afamado relojero del momento en la ciudad, con taller propio en la calle Maestra, lo realizó en apenas dos años. 

No se escatimaron gastos y la esfera, de porcelana, y con numeración romana, fue traída directamente de París.La maquinaria del nuevo reloj, que poseía unas dimensiones de 2'20 m. de largo x 1'80 m. de ancho x 1'60 m. de alto, pesando más de cuatrocientos kilos, se ubicó en una habitación del tercer cuerpo de la torre.El toque de sus campanas, una grande que señalaba las horas, de un metro y medio de diámetro y mil quinientos kilos de peso, y otra menor, encargada de marcar los cuartos, de setenta centímetros de diámetro y ciento cincuenta kilos de peso, regía tanto las horas canónicas, como incluso el horario escolar de los centros docentes próximos, caso del Colegio de Humanidades de Nuestra Señora de la Capilla, sito en la calle Compañía, en el inmueble que en el pasado fue Colegio de la Compañía de Jesús.Así, entre los artículos del Reglamento de dicho centro educativo se afirmaba:"(...) Artículo 4.- En todo tiempo dará principio este Aula -clase de Primeras Letras- a las ocho de la mañana, y al mediar el esquilón de la Santa Iglesia Catedral por la tarde, y acabará en aquella a las doce, y en ésta media hora antes de anochecer.(...) Artículo 13.- La hora de entrada -clase de Latinidad- será en tiempo de invierno por la mañana a las ocho, y en verano a las siete, y por la tarde siempre al parar el esquilón de la Iglesia Catedral, concluyendo en invierno a las once, y en invierno, y a las seis y media en verano (...)"

En 1956 se acometen diversas reparaciones para mejorar el estado del reloj. La maquinaria se desmonta totalmente para arreglarla. Las campanas también fueron desmontadas para que sólo giraran, al tocar, ciento ochenta grados. Los gastos -que importaron diez mil pesetas- fueron costeados, a partes iguales, por el Ayuntamiento y el Cabildo Catedral.

A pesar de los arreglos, en 1979 el reloj se paró. 

Dos años después, en 1981, el Cabildo impulsó una nueva reparación. La maquinaria fue retirada y la Caja de Ahorros de Ronda costeó la realización de una nueva, encargada al relojero Fernando Gomez Calahorro, adaptada a los nuevos avances tecnológicos. Ésta estaría regida por un sistema electroautomático, con un mecanismo de gran precisión, y con unas dimensiones y peso muy inferior a la existente hasta entonces: 1'55 ms. de largo x 58 cms. de ancho x 55 cms. de alto, y algo más de doscientos kilos de peso, que daría las horas, las medias, los cuartos y las repetidas. Importó un total de cuatrocientas mil pesetas.Cumpliendo lo previsto, el reloj estuvo instalado en Semana Santa, siendo inaugurado, con sonido de campanas, a las cuatro y media de la madrugada del Viernes Santo, para anunciar la salida de Nuestro Padre Jesús, salida que no llegó a producirse debido a la suspensión de la procesión por la lluvia. 

El primer domingo de Cuaresma, domingo de “piñata”, empezaba el septenario del Cristo de la Expiración, que se celebraba de domingo a domingo y el día de San José para completar los siete días. Actualmente se utiliza otro ejercicio, cuyo autor es el presbitero, D. Tomás de la Torre Lendinez, editado en 1.984, en Gráficas Catena, contiene además del triduo a la Virgen de las Siete Palabras, oración del Viernes Santo al Cristo de la Expiración, todas las estrofas de las jaculatorias, la composición poética de de d. Antonio Alcalá Wenceslada y la biografía de la cofradía. Todos los días se cantaban los Dolores, letanía y las tradicionales jaculatorias, que se siguen cantando, letra de D. Francisco Civera Pérez, Arcipreste, que fue, de la S.I.Catedral y música de D. Eufrasio López Jimena: “Moribundo Jesús/ prenda de gracia y perdón;/ al expirar yo...valedmo/Jesús de la Expiración”. A partir de la terminación del Vaticano II el septenario se convirtió en “Jornadas espirituales cuaresmales”, el fracaso fue absoluto y se tuvo que volver de nuevo al septenario, empezando como en la actualidad, la primera semana de Cuaresma-Francisco Civera también fue el encargado de la prédica del tradicional “Sermón del Descenso” en el año 1868; sermón que conmemoraba el descenso de Ntra Sra de la Capilla la madrugada del 10 al 11 de junio de 1430 en la denominada “Fiesta de los Cabildos”. Este “Sermón del Descenso” era uno de los denominados “sermones de tabla”, sermón que estaba reservado a una de las dignidades catedralicias y que se publicaba con antelación en una “tablas” dadas a conocer en los canceles de los templos y luego en el Boletín Oficial del Obispado. A veces el Cabildo Catedral reservaba el sermón para el señor Obispo y también fue frecuente que lo encomendara a algún sacerdote de cierto renombre en la ciudad o que lo solicitara por especial devoción a Nuestra Señora.Este “Sermón del Descenso” se constituyó con el tiempo, sobre todo desde 1860, en renombrada pieza oratoria donde sus mentores hacían gala de erudición y preparación teológica y  mariológica y en el que, en más de una ocasión, se incluían alusiones y opiniones a circunstancias de la actualidad palpitante, dando lugar con ello a animados debates y controversias dentro de los elementos cultos de la capital.

Calle Doctor Civera: Distrito Centro - Barrio Centro

Enlaces en la Red:


1.       http://www.icajaen.es/contenido/documentos/2011/historiaicajaen/libro.pdf “Historia del Ilustre Colegio de Abogados de Jaén (Organigrama judicial s. XVIII, XIX y XX)” Miguel Moreno Jara
2.       http://www.ideal.es/granada/v/20100328/jaen/pasion-jaen-traves-siglos-20100328.html "La Pasión en Jaén a través de los siglos" Vicente Oya Rodríguez
3.       http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/catalogo/publicaciones/numeros_por_mes.cmd?idPublicacion=102236&anyo=1918  “Quién costeó secretamente el reloj de la Catedral de Jaén”
4.       http://www.misericordiajodar.org/historia/articulo03.html “Cultos al Santísimo Cristo de la Misericordia”
6.       http://www.cofradiasjaen.org/web/sites/default/files/pasion_y_gloria_numero_27.pdf “La cuaresma y los cultos cofrades” Luesco
7.       https://issuu.com/virgendelacapilla/docs/descenso_2015 “El sermón del descenso” Manuel López Pérez

8.       https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1209138.pdf “Historia de la Diócesis de Jaén” Manuel Caballero Venzalá
9.         http://www.expiracionjaen.net/images/PDFBoletines-Regnavit/pdfboletines/Expiracion55.pdf “Historia centenaria. Canticos penitenciales” José María Mesbáile1.      

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