Maestro Bartolomé (siglo XV)





MAESTRO BARTOLOMÉ (siglo XV)

Escultor y herrero. Esculpe  el hierro y la madera. 

Llega el Maestro Bartolomé a Jaén en su juventud (1512), aquí maduró, envejeció, y ordenó dar eterno descanso a su cuerpo. Se relaciona con numerosas e importantes amistades. Hasta aquí trasladó a sus familiares. Además, fue en Jaén donde adquiere forma propia su tipología rejera. 

Por aquellos tiempos son varios los estetas inmigrantes a tierra jaenera. A parte del famoso rejero, llegaron el célebre Andrés de Vandelvira, el escultor flamenco, natural de Amberes, Gutierre Gierero, alma de la talla del coro catedralicio; pintores descendientes del salmantino Lucas Sánchez; canteros vizcaínos como Domingo de Tolosa; el entallador Juan López de Velasco, compañero de Gierero en la sillería coral; el toledano Pedro Machuca, el florentino Jacobo Torni y el montañés Jerónimo Quijano. 

Se puede asegurar que es salmantino: Él mismo así se denominaba en algunos escritos notariales. Salmantina era su familia, en concreto de Tejares, pueblo aledaño de Salamanca, célebre por ser patria chica de Lazarillo de Tormes. De aquí le llegaron a Jaén cinco sobrinos, a los que tuvo como verdaderos hijos, pues parece ser que ni se casó ni tuvo descendencia. De estos, dos varones: Bartolomé Gómez y Juan Gómez o Rodríguez de Salamanca, a los que educó, formó en el oficio y fueron sus verdaderos herederos artísticos; y tres hembras: María, Catalina e Isabel, a las que casó con oficiales de su taller. Los cinco eran hijos de un tal Juan Rodríguez y María Gómez, su hermana. Y aquí tenemos pues el patronímico Gómez relacionado con su familia. Él nunca lo usó.

De antes de llegar a Jaén  solo sabemos que aprendió el oficio con el que fuera célebre rejero Fray Francisco de Salamanca, y que era conocido del cardenal Cisneros. Con Fray Francisco estaría practicando cuando el fraile trabajó en Salamanca unas rejas para la Universidad y quizás los herrajes de ventanas de la Casa de las Conchas. Tendría el aprendiz 14 ó 15 años: Se puede, por tanto, calcular la fecha de su nacimiento en la penúltima década del siglo XV. 

En él se aúnan las dos corrientes más significativas que la estética ferrera sostuvo en Castilla: la gotizante salmantina y la plateresca toledana. 

En 1512 llega M. Bartolomé a Jaén con la misión de realizar las rejas del proyecto de renovación ideado por el obispo Alonso Suárez para subsanar la oscuridad y angostura de la vieja Catedral, sobre todo en el entorno de la Capilla Mayor, crucero y coro. Suárez, su mecenas, lo introdujo en la tierra de Jaén. Quizá lo conociera por el previo trabajo de dos rejas en la capilla que levantó el prelado en la parroquia de Fuente el Sauz (Ávila), su pueblo natal.

En 1513 estuvo en Granada, donde el Conde de Tendilla le encargó la reja de la Capilla Real, que la ejecutó en 1520. 

Desde el principio instaló residencia en el Arrabal de la Huerta de las Monjas. Un barrio vecino de la catedral, de gente acomodada, donde tenían domicilio bastantes artistas, como Gierero y Quijano. Su casa estaba ubicada entre las del clérigo Francisco de Padilla, el bachiller Mesa y el arcediano de Úbeda. En un lugar localizable en un punto abundante en agua, ya que gozaba de los favores de una fuente, cuyo uso en exclusividad le acarreó pleitos en la Chancillería de Granada. 

La casa tendría capacidad para albergar el amplísimo taller, y la espaciosa morada familiar donde conviven los sobrinos con sus respectivas esposas e hijos, y además los criados y oficiales. De toda esta parentela doméstica y de sangre, su predilección fue siempre hacia un esclavo, Pedro Hernández, a quien después de criarlo, educarlo y formarlo en el oficio, le manumitió y casó con su sobrina Catalina. Éste matrimonio cuidó al viejo maestro, y al que pagó haciéndolo heredero universal y responsable máximo de cuanto acaeció al taller tras su muerte. 

Disfruta de amistades en mutuo afecto y en recíprocas prestaciones de caudales, cuando se exigía fianzas de obras. Es el caso del entallador Gierero; de Juan de Reolid, escultor; de su paisano el pintor Lucas Sánchez; del también pintor Miguel Sánchez; del escultor Luis de Aguilar; y de otros artistas que le fueron contemporáneos. 

Otra de sus amistades fue el notario Pedro de Ojeda, que no sólo le fió en una de las rejas más importantes, la labrada para la capilla-panteón de los condes de Cabra, en Baena, sino que le cedió para entierro su sepultura en la catedral, donde según testamento ordenó enterrarse. 

También estimado por parte el alto clero. Primero, el obispo Suárez; bajo su pontificado ejecutó el conjunto rejero mencionado, los herrajes que del palacio episcopal que se reformaba o levantaba y otras piezas para la catedral de Baeza. De todo esto deja un signo de gratitud en el báculo que le forjara para acompañar al cuerpo yacente del protector.

El canónigo Téllez, sobrino carnal de don Alonso, con relativa frecuencia aparece en escritos notariales relacionados con la vida privada y profesional del rejero. Téllez fue el responsable de la reja que se labró en la capilla catedralicia del chantre Monroy. El Maestro, ya anciano, ciego y agotado, no pudo firmar el contrato. Su sobrino Juan le hace de apoderado. Por entonces, al canónigo Vela le trabajó una reja que después le acarrearía problemas al negarse los herederos a aceptarla, y hubo que vender sin que sepamos su suerte. 

En Úbeda labró la reja del deán Ortega en la capilla en San Nicolás y en Santa María de los Reales Alcázares las rejas que cierran las capillas de Becerra, encargo del arcediano de Jaén; la de la Yedra ordenada por el protonotario Diego de Sagredo; la de la capilla de Guadalupe; y la desmembrada del coro. También en Úbeda la artística que cierra la capilla de don Francisco de Vago, camarero del obispo Suárez, forjada en los talles de M. Bartolomé de Jaén, hacia 1542.

En Jaén la reja de la Santa Capilla de San Andrés (1523), encargo de otro miembro del alto clero, el giennense Gonzalo Gutierre Doncel, protonotario de la curia papal. 

También atendió a encargos en el orden civil. Hay constancia de trabajos solicitados por gremios. Para los ballesteros de Andújar labró la reja de la ermita de su patrón, San Sebastián, instalada en San Bartolomé.

Tuvo encargos del estamento noble. Una contrariedad fue que se le truncara la protección real tras los desastrosos pleitos que ocasionó el cobro de la reja magna de la Capilla Real de Granada. Libre de los encargos de la corona, se dedica a atender a los formulados por familias de la alta nobleza, sobresaliendo los Fernández de Córdoba. En Granada, en la Capilla Mayor de la parroquia de San José, levantó la reja que cerraba la capilla mayor. Debió ser de gran importancia, a tenor de la existente en la capilla-panteón de los condes de Cabra, también de la misma noble familia, en Santa María de Baena (Córdoba). Otras familias que recabaron sus servicios fueron los Vargas, de Baeza,  y los Valenzuela y Cárdenas de Arjona y Andújar, respectivamente, dejaron sus blasones en las que cerraban sus capillas, en la arjonera Santa María del Alcázar, y en la andujareña de Santa Ana.

Tal magnitud de trabajo  produjo un rico patrimonio de fincas rústicas y urbanas que acumuló en las localidades aledañas de Mengíbar y Los Villares. Sobre todo, en esta última población, donde, más que él sus familiares, aprovechando la reciente colonización, adquieren vecindades hasta acabar haciéndose lugareños y declinando su oficio. Es el caso de Catalina y Pedro Hernández, enriquecido con la herencia del anciano maestro, fallecido en torno a 1553. 

Calle Maestro Bartolomé: Distrito Casco Antiguo - Barrio El Arrabalejo

Enlaces en la Red: 

2. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1203452 "La reja del maestro Bartolomé en la Capilla de San Andrés (Jaén) María Rosario Anguita Herrador
3. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2065301.pdf  "El maestro Bartolomé y el arte del hierro en España" Laurence Toussaint
4. http://www.sendadeloshuertos.com/mediapool/135/1355481/data/senda_pdf/67-68_senda.pdf "El arraigo giennense de la personalidad humana y artística del maestro Bartolomé" José Domínguez Cubero

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