Juan Cerón de la Cerda y Mendoza (¿? - 1641)

                                     Procesión de Caballeros Veinticuatro de Sevilla


JUAN CERÓN DE LA CERDA Y MENDOZA (¿? - Estepa, 12 de agosto de 1641)


Don Martín Cerón de Benavides, fue caballero veinticuatro de Jaén, miembro de las Órdenes Militares de Alcántara y Calatrava y procurador en Cortes. Vivió en la calle que aún lleva su apellido y que hace tiempo la llamaban de don Martín Cerón. Se casó con doña Beatriz de la Cerda y Mendoza, hija de don Fernando de la Cerda, Señor de la Vega de Armijo, de Córdoba, y de doña Marina de Mendoza, de Baeza. Doña Beatriz testó el 2 de marzo de 1627 y Don Martín el 9 de marzo de 1626 y falleció el 28 de marzo de 1637.

Fueron padres de Juan, el primogénito; Luís, segundogénito, que recibiría los mayorazgos para segundos hijos de los abuelos Jerónimo y Catalina de Mendoza, de Baeza, por lo que pasaría a llamarse con los apellidos Mendoza de la Cerda; Fernando, que heredó a su hermano Diego, que es el cuarto e Isabel, monja en el convento de Ntra Sra de los Ángeles de Jaén.

Hablemos entonces de Juan Cerón de la Cerda y Mendoza, el primogénito; Caballero de la Orden de Santiago y Veinticuatro del Concejo Municipal de Jaén, prebenda incluida en su mayorazgo por los Cerón.

En 1613, Juan de Quesada, veinticuatro de Jaén, y Juan Cerón de la Cerda,  obtuvieron el perdón de Bartolomé de Zafra al que habían herido.

En 1614 y 1615 alcanzó el  hábito de caballero  de la Orden de Santiago de las medidas del incremento de títulos del rey Felipe III y como muestra “de hacer valer su prestigio personal y familiar con respecto a otras élites de la ciudad de Jaén”, que le ofrecieron una gran resistencia  por tener muchas desavenencias con la familia de Cristóbal de Vílchez y los Guzmán.


Corregidor de 1625 a 1627 de las ciudades de Alcalá la Real, Alhama y Loja, de las tres simultáneamente, ya que en pasados siglos el que lo era de la primera de ellas lo era al mismo tiempo de las otras dos granadinas.  

Tuvo que afrontar uno de los periodos más delicados de la vida alcalaína, porque la nueva política relacionada con la venta de villas y de los  24.000 vasallos por parte de la Corona afectó al territorio alcalaíno. En concreto, la villa del Castillo de Locubín fue vendida en un principio a don Antonio de Bohórquez, marqués de los Trujillos e, incluso, por un periodo de un año se mantuvo independiente de la jurisdicción alcalaína para reintegrarse definitivamente al control del cabildo alcalaíno hasta el siglo XIX.

El corregidor Juan Cerón de la Cerda tuvo además conflictos con la etnia gitana y con los hidalgos de la ciudad, que perdieron los libros de actas.
Casado con doña Beatriz Girón de Salcedo y Narváez, hija de don Juan Girón, Caballero del Hábito de Santiago, y de doña María de Narváez. Fue heredera de su hermano don Sancho Girón Salcedo, Caballero del Hábito de Alcántara, con quien se concertaron este matrimonio, y se obligaron a que don Juan Cerón, sin dejar su apellido, también usaría el apellido y blasón de los Girón, por lo que en lo sucesivo lo constatamos como don Juan Cerón de la Cerda y Benavides, y como don Juan Cerón y Girón.

Falleció en su heredad de La Roda, cerca de Estepa, el 12 de agosto de 1641, y en ella fue sepultado. En Jaén se le aplicaron las misas de costumbre.  Su esposa testó el 16 de enero de 1663, falleciendo el 13 de junio de dicho año, siendo sepultada en el Convento de San Francisco, capilla de San Diego, de los Cerón.

Fueron padres de Martín, el primogénito y Mayorazgo de su linaje, Fernando Cerón y Girón, Caballero del Hábito de Calatrava, quien tenía una letra excelente, María Manuela, que recibió diverso bienes legados por su abuela paterna y que contrajo matrimonio a los 18 años de edad  con la oposición de sus padres , en mayo de 1637 con Diego Santiago Fernández de Moya y de Moya Cachiprieto, Caballero Veinticuatro Acrecentado de Jaén y del Hábito de Calatrava, nacido en Jaén el 11 de agosto de 1617. La cuarta de los hermanos fue Marina Cerón, que casó con Álvaro de Loaisa, de Talavera de la Reina.  Decir que doña María Manuela y doña Marina nacieron en Talavera de la Reina, porque su padre fue Corregidor de dicha población. La quinta hermana, Juana, se casó en Jaén con Pedro de Viedma Pizarro, Caballero Veinticuatro de Jaén, Mayor, vecina de Úbeda que se casó con Rodrigo de Molina y Mesía, Regidor de Úbeda. Los siguientes hermanos fueron María Lorenza, Beatriz, monja en el Monasterio para Damas Nobles, que era el de Santa Maria de los Ángeles, en Jaén, y finalmente Feliciana,  religiosa en el mismo convento.

Se pensaba que la calle Cerón recibía el nombre en honor de Martín Cerón, prior y racionero de la S.I.C. de Jaén desde 1.605 pero tal nombre ya lo ostentaba en 1.576, cuando el Ayuntamiento compra varias casas para derribarlas y proceder a un primer ensanche. Una de las casas se compra precisamente a Juan Cerón, documentada la presencia de esta familia tantos años aquí residiendo, el fundador de la rama Diego Cerón, alcalde mayor de Sevilla en 1.476 y emparentado con el Condestable Iranzo, pues estaba casado con Cuiomar Carrillo, madre de Teresa de Torres, esposa del Condestable.

En cuanto a esta calle Cerón, por muchos años solamente tendría casas en su lateral izquierdo, pues estaba totalmente prohibido el construir arrimado a la muralla. Después de la conquista de Granada estas defensas pierden su papel militar predominante y se suaviza la vigilancia sobre las mismas, por lo que muchas casas la aprovechan como apoyo; entonces se conformaría la calle con edificaciones a ambos lados, no antes de 1.525. La importancia que tan tempranamente le concede el Ayuntamiento le vino por ser el paso casi obligado de la mayor parte de la ciudad antigua hasta la Plaza de San Francisco (pensemos que la calle de los Álamos no estuvo comunicada con la Audiencia a través de la calle Colón hasta 1.875).

Sin perder nunca su denominación oficial, a lo largo de los siglos XVIII y XIX es más común que se la conozca como calle de los pasteleros o calle de las pastelerías o calle de los confiteros. La confitería más antigua que conocemos aquí es la de Manuel de Dios, funcionando en 1.752. Durante la Guerra de la Independencia era el mejor obrador de la capital, por supuesto en esta calle, el de ]osé Fernández, que suministraba género a la casi totalidad de vendedores ambulantes de dulces y golosinas. A mediados del mismo siglo la palma se la llevaba la confitería de Francisco Palomo, que llegó hasta el siglo XX en manos de su hijo Manuel. La tradición se ha mantenido hasta tiempos recientes en Bernardo Jurado que cierra un ciclo ininterrumpido de más de 200 años en esta calle. La lonja de chocolate de José Escalona, transformada posteriormente en moderna fábrica de chocolatería y bombonería, que tuvo una vida cercana al siglo en manos siempre de la misma familia.

La vieja calle pierde oficialmente sus nombres tradicionales a partir del 12 de Marzo de 1.898, cuando el Ayuntamiento decide dedicarla al político y diputado a Cortes por Jaén León y Llerena. El 16 de Noviembre de 1.934 vuelve a registrar un nuevo cambio, tomando esta vez el de calle de Alejandro Lerroux, importante político republicano catalán, a la sazón presidente del Consejo de Ministros. Antes de que transcurrieran tres años vive otro cambio de nombre, como todas las calles que habían recibido nombres en el llamado bienio derechista durante la II República, a propuesta del Concejal Valenzuela, pasando a recordar al diputado Juan Lozano Ruiz. Se coloca con toda solemnidad un rótulo con tal nombre costeado por la Agrupación Socialista de Jaén, en homenaje a dicho político y periodista, director del periódico local Democracia, órgano provincial del PSOE, que había muerto fusilado en la zona nacional. A partir del 1 de Abril de 1.939 recupera su viejo toponímico de Cerón, a partir de dicho momento, ya se pierde prácticamente el paralelo de confiteros.

Tuvo casas de banca: la de Sixto Santamaría; hoteles: el Central; las mejores casas de muebles del siglo XIX: las de Gregorio Jiménez y Miguel Sánchez; varias imprentas: la de Saturnino Largo, con una vida muy activa hasta que cierra en 1.905 después de regentarla muchos años su viuda, o la de José Morales, transformada hasta hace poco en papelería; nada menos que tres casas de sombreros funcionando simultáneamente en 1.891: las de Ana María Rodríguez, Antonio Acero, y Aguirre e hijos; antiguas tabernas: la de José Pulido, abierta en la misma casa en la que vivía el célebre abogado Antonio Mariscal o más modernos bares: La Oficina y La Repostería; la mejor casa de discos y música de la capital, propiedad de Manuel Serrano Piqueras y conocida como Salón de Música; tiendas de curtidos selectos: Juan Miguel Ferrer y Pedro Serrano; ferreterías: la de Manuel Mediano; tiendas de lujosas lámparas a de Juan Tudesqui; almacenes importantes de especias: el de Juan García Rubio; surtidas tiendas de ultramarinos finos como la de Gregorio Casado; la selecta camisería de Fernando Jaén.

En ella se encuentra el Casino de Artesanos

Calle Cerón: Distrito Casco Antiguo - Barrio Sagrario

Enlaces en la Red:

2.  http://www.iaph.es/patrimonio-inmueble-andalucia/resumen.do?id=i20639 “Casa Palacio de Don Cristóbal Vilches”
3.  https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1146663.pdf “Genealogía parcial del linaje de Cerón en la ciudad de Jaén” Rafael Cañada Quesada
4.  http://pacomartinrosales.blogspot.com.es/2016/03/el-corregidor-jiennense-juan-ceron-de.html “El corregidor giennense Juan Cerón de la Cerda” Francisco Martín
5.  http://pacomartinrosales.blogspot.com.es/2016/03/continuacion-de-juan-ceron-de-la-cerda.html “Continuación de Juan Cerón de la Cerda.  El corral de las comedias de Alcalá la Real” Francisco Martín
7.  https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/252809.pdf “Apuntes sobre la delincuencia en Jaén en la primera mitad del siglo XVII” Ángel Aponte Marín

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