José Martínez de Mazas (1731 - 1805)
Fue pedagogo y educador. Personaje de la
Ilustración.
Nace el 3 de octubre de 1731 en Liérganes, junta de Culledo
(Santander); su padre, Juan Antonio Martínez
Alvear y su madre Antonia de Mazas, naturales de Liérganes, de origen
noble. Estudió en el colegio de San Ambrosio (Valladolid) donde estudió durante
tres años Artes, graduándose el 28 de octubre de 1751 como bachiller en la
Universidad de Osma, obteniendo la licenciatura con 23 años el 13 de marzo de
1755. Hizo oposición a la canonjía doctoral de Toledo (1756), a la de Santander
(1758), Burgos (1760) y Palencia (1761).
En septiembre de 1751 recibe la tonsura, Diaconado y
Presbiterado (noviembre 1757). En 1758 obtiene una beca en el colegio mayor de
San Ildefonso de Alcalá.
Se presenta a
concurso y obtiene la canonjía doctoral vacante en la Catedral de Santander
donde actuó como abogado y defensor de los derechos del Cabildo. Se le nombró
Provisor y Vicario general del Obispado. Es cuando comienza a escribir una
obra con el título de “Memorias antiguas y modernas de la Iglesia y obispado de
Santander” en los escasos momentos que le permitían sus obligaciones pero tuvo que suspenderla.
En una de las veces que fue a Madrid por asuntos de su
Cabildo, vio el edicto de convocatoria a oposiciones por estar vacante la Penitenciaría de la
Iglesia de Jaén al haber fallecido Diego Madolell y Montserrat, y se presentó al concurso. Durante las oposiciones tenía su morada en casa del canónigo Benito Álvarez.
Finalmente de 24 votos, 17 votos fueron para José Martínez de Mazas. Fue entonces cuando presentó de puño y letra las pruebas de limpieza
de sangre, tomando posesión de la penitenciaría el 7 de marzo de 1765, tras lo
cual renunció los bienes libres que había heredado de sus padres, a favor de
sus hermanos Dámaso y Rosalía.
A partir de entonces se dedico al estudio y a la Iglesia.
Confesaba y predicaba; su vida era ejemplar y laboriosa. Gozó de buena salud,
de temperamento robusto y sano, con pocas necesidades. Vivió sin familia y lo
servían dos criados.
En diciembre de 1765 se le encomendó la formación de los “Estatutos
de coro y ceremonial de la Santa Iglesia de Jaén”, que presentó en 1766.
Por otra parte, en sus aposentos ordenaba los apuntes y
escribía; terminando aquellas Memorias antiguas y modernas de la Iglesia y Obispado de Santander (1777).
Por 1775 también escribe el “Memorial sobre el culto que se
da a algunos santos en el obispado de Jaén”, donde entre otros temas habla
de cómo supuestamente llega la Santa Faz a la ciudad de Jaén.
Mazas trabajó por mejorar y reformar las costumbres. Se le
nombró gobernador del obispado –cargo que le confió durante muchos años el
obispo Rubín de Cevallos-. Indujo a que los predicadores fuesen a escuchar a
oradores autorizados para así corregirse y aprendiesen. También acudía a las
escuelas y llevaba a los niños al campo –a la fuente de la Salud- donde les
leía algún libro; incluso hizo un tratado para que los niños entendiesen el
poema La Eneida de Virgilio; también escribió un tratado sobre el arte de
escribir para los niños de primeras letras, de ambos no poseemos ningún
ejemplar.
En aquel tiempo las instituciones que mejor representaban las
ideas de progreso y adelanto eran las Sociedades de amigos del país. Mazas fue
la palanca y apoyo de la creación de la de Jaén. Por indicaciones del señor
Mazas se reunieron con el señor corregidor las personas más notables de la
ciudad, y en 1786 elevaron una representación a Su Majestad para que autorizara
la creación de la Sociedad económica para fomento de la agricultura, artes y
oficios y así fue creada por real orden de 12 de junio de 1786.
Entre todos los trabajos literarios de los socios, el más
importante fue la obra que escribió y publicó el señor Mazas, “Retrato al
natural de la ciudad y término de Jaén; su estado antiguo y moderno, con
demostración de cuanto necesita mejorarse su población, agricultura y comercio”,
que se imprimió en 1794 en la imprenta de don Pedro de Doblas (Jaén).
Debido a sus esfuerzos también se estableció la casa de
caridad y labor pública, que formaba parte de la Sociedad económica, para
aquellos pobres sin trabajo, donde perfeccionaron las labores de esparto.
Recorrió la provincia, su sistema de montañas, el nacimiento
de sus ríos, calidades de las tierras… que luego le sirvió a la Sociedad
económica para redactar un informe sobre el fomento de la agricultura
facilitando los riegos. Ya tenía en mente la idea de las granjas-modelo.
¿Qué más ideas tenía
Mazas?, veamos, pedía la instrucción moral y religiosa del pueblo; la enseñanza
de humanidades y letras; la enseñanza de las niñas; pedía protección para las fábricas
y otras industrias; pedía arquitectos, catedráticos, ingenieros, sociedades
protectoras de los establecimientos que hacían falta; y, para conseguir algo de todo esto, iba a las escuelas y escribía para los niños; iba a las huertas y
enseñaba a los hortelanos; venía una estación en que cesaba el trabajo, y ocupaba a los jornaleros; subía al púlpito y
enseñaba; daba su dinero, su trabajo personal, hablaba y escribía, se
asociaba a toda obra útil.
Toma posesión del
Deanato el 6 de diciembre de 1790.
Realizó una importante
reforma en el Seminario conciliar de Baeza –de san Felipe Neri-. De 1764 a 1770 fue vicerrector el bachiller Francisco Gregorio Montero, quien puso de manifiesto el triste estado en que se
hallaba el seminario ante el obispo Antonio Gómez de la Torre. Pero no fue
hasta que el gobernador del obispado -1770-, el señor Mazas, realizó la reforma
de los estatutos que no se pobló y adquirió de nuevo importancia el seminario.
Mazas achaca los males
de la economía a la introducción de las manufacturas extranjeras y a la ruina
de nuestras fábricas, a la emigración de las familias adineradas y la salida
del dinero.
Siendo penitenciario,
pero ya gobernador del obispado escribe la Descripción del sitio y ruinas de
Cástulo y noticias de esta antigua ciudad en el reino de Jaén, que fue remitida
a la Real Academia de la Historia en el año de 1798.
El Deán Mazas instituyó
dos fundaciones a las que destinó todos sus bienes: el 19 de agosto de 1793
fundó una capellanía en beneficio eclesiástico colativo, con destino a uno de
los capellanes maitineros. La otra fundación fue la Escuela para las niñas
pobres de la parroquia de San Ildefonso.
A los achaques de su
edad se unió una enfermedad de la vejiga y finalmente falleció en 1805.
Plaza Dean Mazas: Distrito Centro - Barrio Centro
Enlaces en la Red:
3. http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/catalogo/consulta/registro.cmd?id=1014487 “Vida y escritos de D José Martínez de Mazas”
Manuel Muñoz y Garnica
4. http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2720747.pdf "El expediente de limpieza de sangre del Deán José Martínez de Mazas" Rafael Galiano Puy
5. http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/bibliuned:ETFSerie4-72E16F29-C831-8B71-F114-8FCE7DEAAF7C/Documento.pdf “Jaén en el siglo
XVIII visto por el clérigo ilustrado D. José Martínez de Mazas” Miguel Avilés
Fernández
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