Gonzalo de Estúñiga y Leyva (1390 -1457)







GONZALO DE ESTUÑIGA Y LEYVA (Valladolid, 1390 ? - Granada, 24 de marzo de 1457)

Eclesiástico que fallece martirizado. Obispo de Plasencia (1415 - 1422) y de Jaén (1422 - 1456). Luchó en la guerra de Granada; cristiano, valiente, fogoso: Su mayor pasión luchar contra los moros.

Hijo de Diego López de Zúñiga y de Juana García de Leyva. Su padre fue corregente de Castilla, miembro del consejo del regente durante la minoría del rey Juan II de Castilla, justicia mayor y alguacil mayor de Castilla. Su madre, señora de Villabaquerín. 

Gonzalo antes de ser religioso tuvo descendencia con una parienta suya, Juana de Leyva: Diego, Mencía, Íñigo y Juana, que fueron criados en Sevilla, en casa de su hermana, Leonor de Zúñiga y Leyva.

Su hermano mayor es Pedro de Zúñiga, conde de Plasencia y alguacil mayor del rey, a quien Gonzalo ayudará en su lucha contra Álvaro de Luna, condestable de Castilla y valido del rey Juan II de Castilla.

Gonzalo es nombrado el 18 de diciembre de 1415 obispo de la diócesis de Plasencia, sucediendo a Vicente Arias de Balboa, cargo del que toma posesión el 28 de enero de 1416. Hizo construir en Béjar su palacio: "La casa obispal", frente a la iglesia de Santa María. Allí, su vida era pacífica por lo que renuncia al obispado y se fue a Jaén, frontera con los moros, donde fue obispo desde 1422.

En Jaén tuvo una tropa de valientes guerreros, que junto con la de Diego Gómez de Ribera, Adelantado de la Frontera de Jaén, vencieron en Colomera (1423) a los moros. Juntos defendieron la frontera de Jaén hasta mayo de 1434, mes en que el adelantado murió víctima de un saetazo recibido en el sitio de Alora.

En 1425 los granadinos invaden tierras de Jaén; se lucha en un llano junto al río de La Guardia, situado entre esta villa y la sierra de Jaén. Al principio con ventaja para los cristianos, pero al final, Gonzalo es hecho cautivo, llevado y entregado al rey de Granada. Será rescatado posteriormente siguiendo sus acciones guerreras en Huelma, Arbuniel (1428) donde es derrotado y donde muere el Comendador mayor de Calatrava, Lope Carrillo, Colomera, Guadix y otros lugares.

También toma parte el obispo Estúñiga en la campaña de Granada del rey Juan II de Castilla y participa con su hermano Pedro y con sus hijos Diego e Íñigo en la Batalla de la Higueruela que tiene lugar el 1 de julio de 1431, entre las tropas cristianas dirigidas por Álvaro de Luna y las tropas nazaríes. Vencen los cristianos, con diez mil bajas en el ejército musulmán. Sólo quedó en pie tras la batalla una higuera, que da el nombre a la batalla. Tuvo lugar cerca de la ciudad de Elvira, en la Sierra Elvira, término de Atarfe, en la provincia de Granada. 

En otro encuentro con las huestes moras en la frontera de Jaén el 13 de marzo de 1456, de nuevo es hecho prisionero, llevado a Granada y encarcelado. Otorga testamento el 7 de noviembre de 1456. En su cautiverio, muere tras ser martirizado por el rey Sa'd (Ciriza) el 24 de marzo de 1457. Le sucederá como obispo Alfonso Vázquez de Acuña.

Las hazañas de Gonzalo de Estúñiga fueron conocidas en su tiempo e inspiraron a juglares en sus romances y cantares, como el "Romance del Obispo Don Gonzalo":

Romance del obispo don Gonzalo, en recuerdo de cuando los moros atacan La Guardia de Jaén y son combatidos por su señor Rodrigo Mesía Carrillo y por el obispo de Jaén Gonzalo de Zúñiga, más conocido como Gonzalo de Estúñiga.

Un día de San Antón,
ese día señalado,
se salían de Jaén
cuatrocientos hijosdalgo.
Las señas que ellos llevaban
es pendón, rabo de gallo;
por capitán se lo llevan
al obispo don Gonzalo,
armado de todas armas,
encima de un buen caballo;
íbase para la Guarda,
ese castillo nombrado.
Sáleselo a recibir
don Rodrigo, ese hijodalgo.
-Por Dios os ruego, el Obispo,
que no pasedes el vado,
porque los moros son muchos
que a la Guarda habían llegado:
muerto me han tres caballeros,
de que mucho me ha pesado.
El uno era mi primo,
y el otro era mi hermano,
y el otro era un paje mío,
que en mi casa se ha criado.
Demos la vuelta, señores,
demos la vuelta a enterrarlos;
haremos a Dios servicio
y honraremos los cristianos.
Ellos estando en aquesto,
llegó don Diego de Haro:
-Adelante, caballeros,
que me llevan el ganado;
si de algún villano fuera
ya lo hubierádes quitado,
empero, alguno está aquí
a quien place de mi daño.
No cumple decir quién es,
que es el del roquete blanco.
El obispo, que lo oyera,
dio de espuelas al caballo.
El caballo era ligero
y saltado había un vallado,
mas al salir de una cuesta,
a la asomada de un llano,
vido mucha adarga blanca,
mucho albornoz colorado
y muchos hierros de lanzas
que relucen en el campo.
Metido se había por ellos
como león denodado;
de tres batallas de moros
las dos han desbaratado,
mediante la buena ayuda
que en los suyos ha hallado;
aunque algunos de ellos mueren,
eterna fama han ganado.
Todos pasan adelante,
ninguno atrás se ha quedado;
siguiendo a su capitán,
el cobarde es esforzado.
Honra los cristianos ganan,
los moros pierden el campo:
diez moros pierden la vida
por la muerte de un cristiano;
si alguno de ellos escapa,
es por uña de caballo.
Por su mucha valentía
toda la presa han cobrado.
Así, con esta victoria
como señores del campo,
se vuelven para Jaén
con la honra que han ganado.

Y de nuevo retomamos la leyenda: Desde la conquista de Jaén a los musulmanes por Fernando III el Santo en 1246, la ciudad tuvo un carácter fronterizo, motivo de multitud de ataques y asaltos.

Durante los primeros años del siglo XV estas razias fueron más incesantes y violentas, por ello las autoridades de la ciudad toman la actitud de abandonar la ciudad al sentirse indefensas ante el poderío de los granadinos.

Ante esta desesperada situación, en la madrugada del sábado 11 de junio de 1430 se cuenta que cuatro personas humildes y sencillas, desde cuatro lugares diferentes del "Arrabal de San Ildefonso" fueron testigos de un cortejo procesional: Una señora vestida con resplandecientes ropajes, presidía una procesión en la que figuraban las cruces parroquiales de la ciudad y una numerosa milicia de hombres de guerra. La procesión, de la que emanaba una inverosímil luminosidad, recorrió algunas calles del arrabal, se detiene a espaldas de la capilla de San Ildefonso, donde había una altar en que se ofrece una ceremonia litúrgica entre cantos sobrenaturales. Todo desaparece cuando en los campanarios de la ciudad se escucha el toque de maitines.

La plebe interpreta aquella visión como un prodigioso Descenso de la Virgen María a Jaén: La misma Virgen María con el Divino Niño en sus brazos, acompañada de San Ildefonso y Santa Catalina, ángeles y santos. La razón del descenso, infundir confianza y fortaleza a los vecino de Jaén para que resistieran e hicieran frente a los ataques musulmanes. Y en verdad, desde 1430 a 1492, los giennenses rechazaron los sucesivos ataques de los granadinos.

Calle del Obispo Estúñiga: Distrito Centro - Barrio Centro

Enlaces en la Red:


2.       http://idd01zg6.eresmas.net/recursos/lib_fe_02/obispos.pdf “Obispos que han regido la diócesis de Jaén” José Ángel Ruíz Barbosa
3.       http://revistas.uned.es/index.php/ETFVII/article/download/6415/12628  “De la aljama a la primitiva construcción gótica. Reflexiones a propósito de la catedral de Jaén en época bajomedieval” Manuel Jódar Mena
6.       http://www4.ujaen.es/~fvidal/pdf-s/Vidal-La%20transferenciaNazaries.pdf  “La transferencia de resultados en el ámbito de la investigación de humanidades: Un proyecto sobre Jaén en época Nazarí” Francisco Vidal Castro
7.       http://forosdelavirgen.org/111/virgen-de-la-capilla-de-jaen-espana-10-de-junio/ “Vieron una extraña procesión encabezada por la misma virgen María: Virgen de la Capilla de Jaén, España (10 de junio)
10.    http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=10065948  “Las treguas celebradas en 1493 entre los reyes de Castilla y Granada” José Amador de los Ríos
11.    http://andaluciainformacion.es/andalucia/148307/el-estandarte-del-obispo-estiga-recupera-su-tamao/ “El estandarte del obispo Estúñiga recupera su tamaño” Aurora Guzmán

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