Eduardo García Maroto (1903 - 1989)
EDUARDO GARCÍA MAROTO (Jaén, 14
de diciembre de 1903 – Madrid,
26 de noviembre de 1989)
Director,
guionista, montador y productor de cine.
Inició su carrera en el cine mudo, por lo que se le considera
decano del cine en España, y a lo largo de su vida realizó la mayoría de tareas
relacionadas con este medio. Como creador aportó un particular sentido del
humor y una gran sensibilidad para los temas humanos y sociales. También se han
valorado sus innovaciones en los aspectos técnicos y artísticos, con el
reconocimiento del premio del Círculo de
Escritores Cinematográficos al mejor guion por Tres
eran tres (1958). Fueron muy valoradas sus innovaciones
en los aspectos técnicos y artísticos y se le considera un pionero del cine en
España
En teatro, montó Los amantes de Teruel (1955) y destacó como crítico teatral
y de cine en diarios como ABC. Con el seudónimo de Marisa Barba publicó artículos en la revista de
humor Hermano Lobo.
Nace en Jaén en 1903, uno de
los siete hijos de una familia de clase media; su padre fue ingeniero militar
en la campaña de Cuba. Pasó su
infancia en varias ciudades españolas, a las que la familia se trasladaba en
función de los servicios que su padre desempeñaba en distintas centrales
eléctricas. Tras intentar, sin éxito, ingresar en el Cuerpo de Correos, acabó
trabajando de contable en la Compañía Nacional de Telegrafía sin hilos, en
Madrid. En esa época empieza a cristalizarse su pasión por el cine, lo que le
lleva a colaborar como corresponsal en “Cine
Revista”, una modesta publicación catalana dedicada
al cine.
Se estrena como actor
improvisado en el Retiro madrileño
el 29 de septiembre de 1923, gracias a su amistad con el técnico principal de
los estudios Madrid Film.
Con apenas 20 años, vive la
experiencia de la guerra colonial cuando
el Segundo Regimiento de Zapadores Minadores, en el que se ha alistado, es
destacado en Larache como
apoyo a las campañas promovidas por el dictador Miguel Primo de Rivera. Regresó ileso,
y pronto recuperó su contacto con el reducido círculo cinematográfico madrileño,
entrando finalmente a trabajar como montador en Madrid Film el 26 de abril de 1924.
Durante casi cinco años trabaja
como ayudante de operador con Bernardo Perrote, un tan anónimo como destacado
técnico de los orígenes del cine español, familiarizándose además con la
mayoría de los oficios relacionados con el oficio cinematográfico. También se inicia
como actor en películas relativamente populares en su época como Viva Madrid que es mi pueblo (1928), de Fernando Delgado.
Ante la expansión del cine
sonoro, García Maroto viajó a París. Allí, además de aprender las nuevas
técnicas de montaje, entró en contacto con la élite de la joven industria
cinematográfica y algunos de sus más valiosos creadores, como René Clair.
A su regreso, ya iniciada la década de 1930, consiguió plaza de
montador-jefe de los Estudios CEA, trabajando en
largometrajes de Florián Rey como
Nobleza baturra y muchos de ellos protagonizados por Imperio Argentina, la gran estrella de
la Segunda República. Comenzó a
colaborar con Miguel Mihura en
varios cortometrajes cómicos como Una
de fieras, Una de miedo, Y, ahora, una de ladrones. En
1935, contratado por CIFESA, dirigió su primer
largometraje La hija del penal.
En 1939 rodó Los cuatro Robinsones,
adaptación de una comedia de Pedro Muñoz
Seca y con actores como Antonio
Vico, Alberto Romea y Mary Santpere. En ese periodo se inicia como humorista
gráfico en la prensa.
La Guerra Civil española le
sorprendió en Córdoba iniciando el rodaje de El genio alegre, sobre una comedia de
los hermanos Álvarez Quintero y dirigida por Fernando Delgado; su
rodaje quedó interrumpido y muchas de sus películas quedaron censuradas. Su
protagonista, Rosita Díaz Gimeno, una de las actrices más populares de la época
era la esposa del hijo de Juan Negrín, fue hecha prisionera por las tropas rebeldes
y estuvo a punto de ser fusilada, pero al final salvó su vida al ser canjeada. Pasó
parte de la contienda en Portugal, donde posteriormente dirigió las coproducciones A mantilha de Beatriz (1946) y Nao a rapases maos (1947), esta
última sobre La ciudad de los muchachos
de Edward J Flanagan.
Entre 1955 y 1970 fue director
de producción en superproducciones estadounidenses rodadas en España,
como: Orgullo y pasión de Stanley
Kramer, Salomón y la reina de Saba de King
Vidor, Espartaco de
Stanley Kubrick o Patton de Franklin
J Schaffner.
El 15 de noviembre de 1958 se
estaba rodando Salomón y la reina de Saba
en los estudios madrileños Sevilla Films.
Ese día el actor norteamericano Tyrone Power, se fatigó un poco mientras
ensayaba un duelo con George Sanders. Una vez en su caravana, empeoró.
Rápidamente se lo llevaron a un hospital, pero fue en vano y Power falleció al
poco rato. Testigo de excepción de este trágico incidente fue Eduardo García
Maroto. También presenció la detención de Frank Sinatra en Málaga durante el
rodaje de la película El coronel Von Ryan
(1965) cuando una desconocida actriz cubana ideó una trama para hacerse una
fotografía con Sinatra, y éste reaccionó de forma violenta pegando al fotógrafo
y siendo detenido por ello. Como responsable del equipo de producción español,
Eduardo García Maroto tuvo que negociar con los responsables policiales y
consiguió convencerles de que abandonaran el hotel, aunque a los tres días
detuvieron al actor por desacato a la autoridad y lo multaron con 25.000 pesetas.
De nuevo gracias a la intercesión de García Maroto, Frank Sinatra pudo abandonar
España a las pocas horas del incidente.
En 1960, García Maroto y el productor Octavio Lieman crearon la Fundación Española de Cine Infantil (FECI), cuyo único fruto de su breve existencia fueron las Aventuras de Don Quijote (1961), primer y único episodio del proyecto.
El propio García Maroto
facilita en su libro una lista de las películas y cortos de cine mudo y sonoro
en las que participó como ayudante de operador, montador, director, productor e
incluso actor del reparto.
Gran parte de su obra, la mayoría, se perdió en los incendios sufridos en los
laboratorios madrileños (Madrid Film)
en 1950 donde se almacenaban sus negativos. De su obra personal apenas han
sobrevivido terceras copias, hoy en la Filmoteca
Española, de tres de los cortos tempranos y fragmentos de La hija del penal.
En 1987 celebró sus bodas
de oro con Angelines Matilla, con la que tuvo cinco hijos. Sus tres hijos
varones han alcanzado cierto relieve en diferentes campos relacionados con la
comunicación: el primogénito, Luís en el mundo del teatro
independiente y la sociología del teatro infantil; Eduardo como
teórico de multimedia y alto directivo en empresas de medios; y Agustín,
el benjamín, en el apartado docente como especialista en comunicación
audiovisual.
Avenida Eduardo García Maroto: Distrito Centro - Barrio Centro
Enlaces en la Red:
3.
https://kipho.wordpress.com/2008/10/08/eduardo-g-maroto-un-peliculero/ “Eduardo G Maroto-Un
peliculero”
4.
http://orgullososdejaen.es/2014/09/eduardo-garcia-maroto-el-jiennense-que-trabajo-con-sofia-loren-cary-grant-o-stanley-kubrik/ “Eduardo García Maroto,
el giennense que trabajó con Sofía Loren, Cary Grant o Stanley Kubrik”
Comentarios
Publicar un comentario