Mariano Gómez Ulla (1877 - 1945)





MARIANO GÓMEZ ULLA (Santiago de Compostela -La Coruña-, 6 de noviembre de 1877 - Madrid, 24 de noviembre de 1945)

Militar perteneciente al Cuerpo de Sanidad, médico y cirujano.

Cuarto de ocho hijos del matrimonio formado por Ramón Gómez Fernández, médico, y Dolores Ulla Focillos. Su bisabuela materna era hija del marqués de Santa Cruz de Rivadulla. 

La prematura muerte de su padre precipitó toda la responsabilidad económica sobre la madre de familia, sin más medios económicos que una finca en tierras de Puente-Ledesma, a orillas del río Ulla, por lo que  pudo dar estudios universitarios a sus hijos: Ramón y Mariano cursaron Medicina, y Alejandro, Farmacia.

Mariano Gómez Ulla comienza sus estudios de Medicina en la Facultad de Fonseca, de la Universidad de Santiago, en el curso 1892-93 y los termina de forma brillante en 1897. En un ambiente innovador donde la asepsia y la anestesia preparaban el camino a la cirugía se formó Gómez Ulla.

Avanzado el año 1899, Gómez Ulla empieza el doctorado a la vez que prepara las oposiciones para el Cuerpo de Sanidad Militar, siendo éste uno de sus primeros éxitos, al sacar el número uno e ingresar en la Academia Médica Militar. 

El 30 de junio de 1900, con el empleo de médico 2.º teniente, recibe su primer destino en el hospital de Zaragoza. Su ascenso a capitán y médico 1.º llega en 1905, a la vez que ingresa en la Beneficencia Municipal de Madrid. 

En este mismo año contrajo matrimonio con Elisa Salinas y Galindo. Su doctorado lo culmina en 1909, donde defiende su tesis doctoral titulada La desinfección en el ejército, calificada con sobresaliente.

En julio de 1909 finaliza la llamada “penetración pacífica” en Marruecos y dio lugar a una serie de situaciones conflictivas de índole colonial, determinantes para el ejército español y la sanidad militar. Así, en julio de 1909, se produjeron los primeros ataques a la Compañía Española de Minas, situada a varios kilómetros de la ciudad de Melilla. Gómez Ulla, como capitán médico, marcha a Melilla al frente de la ambulancia montada n.º 1, 1.ª División expedicionaria mandada por el general Orozco, empezando la formación quirúrgica y tomando contacto directo en su ejercicio activo e innovador de la medicina de guerra. Asiste a la ocupación de Tahuima, Nador y Zeluán. Por los importantes cometidos desempeñados fue personalmente felicitado por el coronel Primo de Rivera Orbaneja, jefe accidental del Regimiento del Rey, además de serle concedidas tres Cruces rojas (dos pensionadas) y la Medalla de Marruecos.

A su regreso a la Península, en 1911, fue destinado al hospital de Madrid-Carabanchel, como ayudante de clínica. La situación en su nuevo destino era un tanto lamentable al encontrarse un hospital lleno de enfermos incurables y en completo abandono, junto a la penuria de medios. Hacen falta grandes dotes de organización y abastecimiento de medios modernos; también pide a la superiora de las Hijas de la Caridad su cooperación para la sala de operaciones. Así comienza la importante impronta desempeñada en el hospital que un día llevará su nombre. No obstante, la inquietud de Mariano Gómez Ulla por el conocimiento médico más avanzado le llevó a la realización de una serie de estudios, a lo largo de 1912, en la vanguardia sanitaria europea: París, Berlín y Roma fueron visitadas con la intención de analizar las últimas técnicas quirúrgicas, especialmente la cirugía de guerra.

Al regresar de la comisión por Europa se reintegra al hospital de Carabanchel, pero iniciada la Primera Guerra Mundial, y a petición del Kaiser al rey de España, Alfonso XIII, fue destinado a inspeccionar los campos de oficiales alemanes prisioneros en Francia y posteriormente quedó agregado a una comisión para estudiar la guerra en los frentes de Francia y Bélgica. En 1917 ascendió a médico mayor, posteriormente denominado comandante médico, por la Ley de 29 de junio de 1918. Con la finalización de la Gran Guerra asistió a los actos festivos celebrados en Francia en 1919, concediéndole la Medalla al Reconocimiento Francés. Al poco tiempo fue nombrado profesor de Medicina de Guerra en la Academia Médica Militar.

Una nueva etapa de desgracias y quebraderos de cabeza tiene reservado el destino a la acción colonial emprendida por España en Marruecos, al comienzo de los años veinte. A lo largo del mes de julio de 1921, con el desastre de Annual, se acentúa la pesadilla de Marruecos. En esos momentos Gómez Ulla se encuentra en Berlín y, al enterarse del revés sufrido por las tropas españolas, regresa a España y se incorpora al frente africano. Las primeras actuaciones de evacuación de heridos consistieron en habilitar barcos hospitales y pequeños grupos de asistencia en Tahuina, Xauen, Nador, Belgenseni, Gurugú, Larache, Alcázar, etc. Pero el gran éxito del doctor Gómez Ulla fue la creación de un hospital quirúrgico de montaña que pudiera instalarse en primera línea. La finalización del conflicto en Marruecos, a raíz del desembarco de Alhucemas, en 1925, aumenta sus responsabilidades y éxitos, al serle encomendado el mando de todos los servicios quirúrgicos y sanitarios. 

Fue su decisiva intervención en los episodios marroquíes de 1909 y de 1921-23, principalmente en el segundo de ellos, donde inauguró sus desde entonces famosísimos hospitales transportables a lomo de mulos, luego llamados hospitales Gómez Ulla, que le permitieron la asistencia inmediata en primera línea, con la cual redujo drásticamente la morbi-mortalidad de los heridos. 

Por las acciones de guerra del norte de Marruecos se le conceden las Cruces de María Cristina y del Mérito Militar pensionada.

En abril de 1927 asciende a teniente coronel. La experiencia adquirida en la Primera Guerra Mundial y en las campañas de Marruecos convierte a Gómez Ulla en una figura quirúrgica de referencia, practicando toda clase de cirugía, excepto la cardíaca. El final de la dictadura de Primo de Rivera coincide con una estancia en Estados Unidos para conocer las técnicas médico-quirúrgicas más adelantadas de la época.

En 1931 fue nombrado vicepresidente de la Sociedad de Cirugía de Madrid, alcanzando después la presidencia de la misma. Los últimos años de la Segunda República Española le trajeron todo tipo de reconocimientos y condecoraciones; así, en octubre de 1935, el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, a propuesta del ministro de la Guerra, José María Gil Robles, concede a Gómez Ulla la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco.

El inicio de la Guerra Civil sorprende a Gómez Ulla en Madrid, donde continúa su labor profesional como cirujano en el hospital de Carabanchel, hasta que fue destinado al hotel Palace, donde fueron trasladados los enfermos por razón de seguridad. La actitud incómoda del cirujano en la zona republicana suscita en él su fuga, pero en febrero de 1938 fue detenido, procesado y encarcelado. Condenado a muerte, no fue ejecutado al interceder la Cruz Roja Internacional. Finalmente, fue canjeado por el médico republicano doctor Bago, médico vasco condenado a muerte.

Al finalizar la guerra vuelve a Madrid, siendo ascendido a general y se le nombra jefe de los Servicios de Cirugía del Ejército. En 1941 fue nombrado jefe de los Servicios de Sanidad Militar del Ejército Español. 

En los últimos meses de 1939 se acordó por unanimidad designarle académico. 

En 1942, el ministro de la Gobernación le ofreció el cargo de presidente del Consejo General de los Colegios Médicos de España. Entre las muchas iniciativas emprendidas al servicio de esta institución, destacan dos: mejorar la situación de los médicos titulares, y dar el mayor apoyo al Patronato de Huérfanos de Médicos.

En 1943 ascendió a general de división, siendo nombrado inspector general de la Sanidad Militar Española.  

En la Segunda Guerra Mundial reorganiza los servicios médico quirúrgicos de la División Azul, desplegada en el frente de Rusia.

En octubre del mismo año pide la excedencia en la Beneficencia Municipal de Madrid. Se le abre expediente para la concesión de la Gran Cruz de San Hermenegildo.

Paralelamente el Dr. Gómez Ulla ejerce entre 1909-1944, siempre que sus actividades médico-militares se lo permiten, los cargos de inspector provincial de Sanidad, en Madrid y Palencia, y el de médico de la Beneficencia Municipal de Madrid. Tiene también consulta médico-quirúrgica privada, operando a miles de pacientes, la mayoría gente de la alta sociedad, en diversos sanatorios de Madrid.
El día 6 de noviembre le corresponde el pase a la reserva en el Ejército, falleciendo el 24 de noviembre en Madrid. 
El Gobierno de la nación dispuso por Decreto-Ley que el hospital de Carabanchel, junto al de Tetuán, llevaran su nombre. El 5 de junio de 1946 el Hospital Militar de Madrid recibe el nombre de Gómez Ulla, en honor del General-Médico Mariano Gómez Ulla.

Calle Doctor Gómez Ulla: Distrito Este - Barrio Egido de Belén

Enlaces en la Red:
2.       http://dbe.rah.es/biografias/10954/mariano-gomez-ulla Javier Ramiro de la Mata

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